Una criba que puede beneficiar al espectáculo
Actualizado: GuardarLa caída de festejos taurinos, más que una debacle, puede ser una vuelta a los orígenes después de un efecto burbuja. «Hace 20 años se herraban 8.000 becerros, ahora 15.000», asegura Eduardo Miura. «No puede ser que toda la vida el escalafón haya tenido 50 toreros y ahora haya 200. La crisis va a ser una criba que puede terminar con muchos festejos mediocres que no debían darse».