ESPAÑA

El segundo éxito de Manos Limpias tras la condena a Juan María Atutxa

MADRID. Actualizado: Guardar
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Manos Limpias, la organización que promovió la querella contra Baltasar Garzón, ya vivió otro momento de su particular gloria cuando, a raíz de una querella suya, logró que el Tribunal Supremo condenase en enero de 2008 al ex presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por su negativa a disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak tras la ilegalización de Batasuna.

Desde su nacimiento en 1995, este autodefinido sindicato de funcionarios que se financia con las cuotas que pagan sus supuestos 6.500 afiliados -tras años de actividad no cuenta con representación conocida en comité de empresa alguno-, se ha hecho popular no por su labor sindical, sino por los centenares de querellas, denuncias o quejas presentadas ante todo tipo de organismos, políticos o personajes públicos de izquierda, partidos nacionalistas u todo tipo de organizaciones susceptibles de ser sospechosas por su cercanía o vínculo con ETA. Pero una de sus bestias negras siempre ha sido el juez Garzón.

Fuentes de Manos Limpias cifran en un 30% el índice de éxito en su batalla judicial, pero sus fracasos también son sonados. El Supremo rechazó su querella contra el presidente del Gobierno y líderes socialistas vascos por reunirse con Arnaldo Otegi y con otros dirigentes de Batasuna. Asimismo, al alto tribunal ordenó a un juzgado de Madrid que abriese diligencias contra el sindicato para comprobar si había mala fe o infracciones penales en la querella que planteó contra el instructor del caso 11-M, Juan del Olmo, y que fue desestimada de plano.

En la causa contra Garzón ejerce la acusación popular con Libertad e Identidad y Falange.