El Gobierno recurre a más deuda y menos inversión frente al déficit
El endeudamiento público se disparará de aquí a 2013 hasta alcanzar la cifra récord del 74,1% del PIB
MADRID.Actualizado:A los contribuyentes les esperan al menos cuatro años de padecimientos. Es el plazo de que dispone el Gobierno para reconducir el elevado déficit, que en 2009 llegó al 11,4% del PIB, y situarlo por debajo del techo del 3% que fija el pacto de estabilidad de la UE. El Ministerio de Economía envió ayer a Bruselas la actualización de su Programa de Estabilidad 2009-2013, que detalla la estrategia para equilibrar las cuentas del Estado. Menos inversiones, más deuda pública y más impuestos serán las claves para atajar los números rojos.
El documento enviado a la Comisión propugna reducir el déficit del conjunto de las administraciones en 4,3 puntos del PIB mediante «una firme restricción del gasto con un incremento moderado de los ingresos». Es lo que haría, a menor escala, cualquier familia o empresa en dificultades, limitar gastos y tratar de llenar más el cajón. Pero cuando un gobierno adopta una estrategia de ese tipo la factura la pagan los ciudadanos de hoy y mañana. Los primeros porque verán crecer la presión fiscal al tiempo que el Estado reduce los servicios e inversiones para los que creían pagar impuestos, y las generaciones futuras porque heredarán un país mucho más endeudado.
Los planes inmediatos del Ejecutivo contemplan reducir el presupuesto de 2010 en 5.000 millones, 3.500 millones a costa de los ministerios. Más de la mitad de ese ahorro, 1.760 millones, lo sufrirá Fomento, el gran departamento inversor y responsable de las infraestructuras, que en el momento de redactar las cuentas se había librado del tijeretazo por considerar el Gobierno que la inversión productiva es la que genera empleo.
Infraestructuras
El recorte seguirá en los tres años siguientes, en los que la inversión «disminuirá su peso en 0,9 puntos del PIB, lo que supone un retroceso del 14% respecto al nivel de 2009». Economía señala que «las inversiones en infraestructuras serán las menos afectadas, pero se resentirán significativamente». El plan prevé haber reducido en 2013 al 2,9% del PIB la inversión pública, que desde mediados de los noventa registraba un 3,5% del PIB de promedio anual. Además, habrá una reducción en las retribuciones de los funcionarios (1,9% del PIB) y en los consumos intermedios, transferencias y otros gastos (1%).
El capítulo de subvenciones también experimentará un recorte de 0,5 puntos del PIB. La deuda pública -hoy en el 55,2% del PIB- aumentará 19 puntos, hasta el 74,1%, su nivel más alto desde que hay registros. Se acabó para el presidente Rodríguez Zapatero el presumir de que España goza de uno de los niveles de deuda más bajos de la UE. Los contribuyentes sufrirán, entretanto, el aumento de la presión fiscal -en el IRPF, Sociedades, IVA e impuestos especiales-, que escalará del 30,4% en 2009 al 34,2% en 2013. El Ejecutivo espera que esas subidas le proporcionen ingresos equivalentes a un 1,4% del PIB.