Escolares iraníes se concentran ante un gran retrato de Jomeini. :: EFE
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Musaví llama a la rebelión ante el fracaso del régimen

Las autoridades iraníes condenan a muerte a nueve manifestantes y auguran una «sacudida política» en las calles

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Mir Husein Musaví tensa la cuerda. Tras varios meses de ataques directos al presidente, Mahmud Ahmadineyad, y críticas al sistema judicial por detener y ejecutar a manifestantes, el líder opositor iraní censuró en su último mensaje a la mismísima revolución que él ayudo a crear y que en estos días celebra su 31 aniversario. Siempre a través de su página web, el ex primer ministro y mano derecha de Jomeini en los años ochenta mostró su desencanto con un sistema «que falló en su intento de erradicar las raíces de la tiranía y la dictadura de la era del sha».

Medio año después de las polémicas elecciones en las que resultó reelegido Ahmadineyad y a las puertas del esperado día 11, en el que se conmemora el triunfo islámico, Musaví cruza la línea roja al afirmar que no cree «que la revolución haya logrado su objetivo». Una declaración de principios que ahonda en la crisis que sufre el país y que se volverá a plasmar en las calles de las principales ciudades durante la celebración del Día Nacional.

Musaví pide «que no se detenga la lucha pacífica del movimiento verde hasta que los derechos sean respetados» y para ello anima a sus seguidores a que vuelvan a manifestarse.

Dos ejecutados

Pero la lucha resulta cada vez más dura en Irán. En las últimas protestas de diciembre murieron ocho manifestantes en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, entre ellos un sobrino del propio Musaví, y hubo cientos de detenidos. Las autoridades han ejecutado a dos jóvenes opositores bajo la acusación de «enemigos de Dios» y otros nueve esperan en el corredor de la muerte y «serán ahorcados pronto por sus vínculos con grupos antirrevolucionarios», declaró el funcionario de Justicia Ebrahim Raisi a la agencia Fars.

Los dos Irán volverán a verse las caras el día 11. Mir Husein Musaví y Mehdi Kerrubi, los candidatos reformistas derrotados en las urnas, piden a su gente que salga a las calles para mostrar su rechazo al actual Gobierno.

Por otro lado, los fieles al sistema tienen una cita con la historia de la república islámica, ya que «la presencia de millones de personas lanzará una sacudida política de grado ocho contra los enemigos de la revolución», declaró a la cadena PressTV el Jefe del Estado Mayor Conjunto, general Gholam-Alí Rashid. Dos mentalidades diferentes en un país que Estados Unidos califica de «amenaza» y por ello ha ordenado desplegar ocho baterías de misiles en países del golfo Pérsico.

El país atraviesa la peor crisis política y social de su historia reciente desde que el propio ex primer ministro y el otro candidato reformista a la presidencia, Mehdi Karrubi, denunciaran un fraude masivo en las elecciones.