La disidencia se acerca a otro Nobel

Una vez más suena el nombre de un disidente chino como candidato a Premio Nobel de la Paz. El año pasado fue el encarcelado Hu Jia, galardonado por el Parlamento Europeo con el Premio Sajarov de los Derechos Humanos en 2008, y éste ha sido Liu Xiaobo, condenado en Navidad a once años de prisión por pedir más democracia y libertades políticas en China mediante la 'Carta 08', un manifiesto prohibido que ya han suscrito miles de intelectuales en Internet.

La candidatura de Liu Xiaobo, un profesor universitario de 54 años perseguido desde que participara en las protestas estudiantiles de la plaza de Tiananmen en 1989, ha sido promovida por la sección americana del Club Pen, alegando «su distinguido liderazgo en los derechos humanos y políticos y en la libertad de expresión».

Presión

Tal elección ha caído como un jarro de agua fría para el régimen, que ayer empezó a presionar para evitar la concesión del prestigioso premio al activista encarcelado. «Si el Nobel es otorgado a tal individuo, es obvio que es totalmente erróneo», criticó el portavoz de Exteriores chino, Ma Zhaoxu.

Para oprobio del autoritario sistema, dos de sus premios Nobel más ilustres, el de la Paz -concedido al Dalai Lama en 1989- y el de Literatura -otorgado al también exiliado Gao Xingjian en 2000- están proscritos y ni siquiera son reconocidos. Los otros ocho, seis en Física y dos en Química, son chinos residentes o nacidos en Estados Unidos que han desarrollado sus brillantes carreras en universidades extranjeras y han conseguido sus logros profesionales fuera de su país.