Perdidos por 'Lost'

Todo ocurre por una razón. Eso prometieron en su campaña de lanzamiento los creadores de 'Perdidos', cuando la serie todavía no se había convertido en fenómeno de masas, ni su legión de seguidores en un cerebro único empeñado en descifrar sus misterios. Ahora tendrán que demostrarlo sin defraudar las expectativas de sus fans, millones de 'losties' repartidos por 230 países que aguardan ansiosos el comienzo de la temporada final hoy mismo en EE UU. El martes 9 lo veremos en España, aunque ayer mismo se colaron los primeros cuatro minutos del desenlace en Youtube.

Más vale que resuelvan con elegancia porque el mundo que rodea a 'Lost' es inestable como la nitroglicerina y la explosión de decepciones causaría una masacre de desilusionados. No es que los adeptos a esta serie norteamericana estén pegados al televisor, es que tienen el don de la ubicuidad. Han colonizado la red con cientos de páginas dedicadas exclusivamente a los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines, que se estrelló en una particular isla durante uno de los episodios piloto más caros de la historia, doce millones de dólares. Abducidos por foros y blogs reparten información a diestro y siniestro. Estudian, teorizan y diseccionan la trama argumental en busca de pistas para encontrar la respuesta a los innumerables misterios de la isla. Son el monstruo de infinitas cabezas que actúa en castellano desde webs como lostzilla.net, lostph.blogspot.com, lost-teorias.com., monstruo porque resulta inhumano el tiempo que invierten analizando el universo creado por J. J. Abrams, Jeffrey Lieber y Damon Lindelof para la cadena ABC, que llegó a alcanzar en Norteamérica 18,6 millones de espectadores, sin contar las descargas por internet cuyo volumen, en España como en otros países, ha hecho hervir el disco duro de los ordenadores.

Rastros falsos

Acceder a estos foros supone entrar en un laberinto de hipótesis que enredan todavía más la ya de por sí enmarañada trama de flashbacks y flashforwards en que se mueven los personajes, pero también abre la puerta a un sinfín de curiosidades. Hay vídeos de novios que en plena boda visten la camiseta con el logo de Dharma. Fotografías captadas cerca del rodaje en Hawai que podrían aclarar alguna de las mil dudas sin resolver. Mapas subterráneos de la isla que emulan una línea de metro y planos que parecen auténticos. Spoliers con datos anticipados que aguarían la fiesta a quien no haya digerido todos los capítulos. Direcciones de interés como la de un bar de Barcelona que imita decorados de la serie o el enlace con el cómic 'Pardillos', parodia gráfica disponible en perdidos-comic.blogspot.com. Hasta cuestionarios que confirman el grado de enganche que sufre tu organismo con preguntas como ¿apagas la alarma del despertador pensando que eso detendrá la explosión mundial?

Algunos han puesto nombre a esta locura, Fenómeno Fan 2.0. Los espectadores intervienen en los episodios con sus opiniones. Los guionistas de 'Perdidos' han admitido seguir estos debates on-line y utilizar sus razonamientos para incluirlos en el argumento. Salpicaban rastros falsos aquí y allá, incluso publicaron en periódicos anuncios de la enigmática Fundación Hanso, precursora de la Iniciativa Dharma en la serie, y de la compañía aérea que sufre el accidente, ambas con web en internet, enturbiando los límites entre realidad y ficción.

El anzuelo había sido lanzado y los 'losties' nadaron felices hacia el sacrificio. Decidieron picar, entrar en el juego, creando rincones como la lostpedia, una enciclopedia virtual similar a la wikipedia donde todos los aspectos del serial son diseccionados fotograma a fotograma. Quien no tenga ni idea de qué va este asunto puede empezar por ahí para empaparse. Contiene más de 3.000 artículos, análisis de los protagonistas, sucesos misteriosos, cronologías, temática recurrente. Así es posible enterarse de que las cámaras sienten debilidad por los planos de ojos o que alguno de los creadores sufre una inclinación morbosa hacia las amputaciones.

Agenda de Obama

El ansia por saber se disparó. Si Sawyer descansaba en la playa leyendo 'Maldad bajo el sol' las librerías se llenaban de clientes pidiendo la novela de Agatha Christie, no fuera a desvelar entre sus páginas la madre de todas las incógnitas. 'El tercer policía' de Flann O'Brien vendió 10.000 ejemplares dos días después de aparecer fugazmente en una escena. Alguien pensó: colguemos estas publicaciones para que puedan descargarse, y surgió lostlibros.com. También la filosofía se convirtió en materia para los teclados. ¿Por qué muchos de los protagonistas tienen apellidos de pensadores?, se preguntaban los más agudos que investigaron a Locke, Rousseau, Burke... La respuesta está en lostph.blogspot.com. Y la ciencia arrasó con sus alusiones a efectos Casimir, agujeros de gusano, materias exóticas y teorías del electromagnetismo. El efecto 'Perdidos' era imparable y alcanzaba incluso a la Casa Blanca, cuyo portavoz, Robert Gibbs, debió aplacar la ira de los más entusiastas asegurando que el discurso sobre el Estado de la Nación de Obama no coincidiría con el último estreno.

Dieciocho episodios terminarán con la pasión ciega. Cuando los fans escuchen por última vez aquello de 'Previously on Lost' (Anteriormente en Perdidos) quedará poco para el fin de esta enajenación transitoria masiva. Creíble o decepcionante, el adiós se habrá concretado y la pantalla mostrará un fundido en negro que dejará sensación de vacío en algunos corazones. La cuenta atrás ha comenzado: 4 8 15 16 23 42, en esta combinación está la clave del misterio.