El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón durante una conferencia. / Archivo
causas contra el magistrado

Garzón acusa al Supremo de tratarle peor que a cualquier ciudadano por ser juez

La defensa del magistrado de la Audiencia pide que se cierre el caso del dinero que recibió del Santander para unos cursos en EEUU

MADRID Actualizado: Guardar
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El Tribunal Supremo mantiene dos casos abiertas contra el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón: una por prevaricación en la causa general contra el franquismo y otra por los cobros que recibió del Santander durante su estancia en Nueva York. A la vuelta archivó una querella contra dos directivos de la entidad. Garzón no sólo no comparte esta actuación del alto tribunal en su contra sino que considera que está siendo tratado peor que cualquier otro ciudadano por ser juez.

Este es uno de los argumentos que emplea su abogado, Gonzalo Martínez-Fresneda, en el recurso contra la admisión a trámite el pasado 28 de enero de una querella por prevaricación, cohecho y estafa interpuesta contra el juez por los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea relacionado con el dinero recibido para sus cursos en Estados Unidos.

"Bien está que se pretenda que los jueces sean tratados igual que los demás ciudadanos, pero no que sean tratados peor que ellos", indica el letrado, que añade que si Garzón no hubiera sido miembro del Poder Judicial "es incuestionable que se le habría permitido estar presente en el procedimiento desde el primer momento". Martínez-Fresneda alega además que se trata de una "cosa juzgada", ya que ambos abogados presentaron otra querella similar ante el Supremo que fue archivada el año pasado.

"El Tribunal Supremo haría un flaco favor al respeto debido al Poder Judicial si permitiera que la presión mediática y el uso abusivo y fraudulento de la acción popular consiguiese abrir una causa ya resuelta", explica. Los querellantes sostienen que Garzón gestionó y obtuvo 302.000 dólares del Banco Santander para el patrocinio de sus conferencias y la escolarización de su hija y que después no admitió a trámite una querella formulada contra directivos del Banco de Santander, entre ellos su presidente, Emilio Botín, en el proceso penal por las "cesiones de crédito".

Argumentos para la nulidad

El abogado de Garzón solicita la nulidad de todo lo actuado a partir de la presentación de la segunda querella "por haberse llevado a cabo una instrucción material de la causa sin permitirle defenderse a lo largo de la misma". "No se nos ha permitido comparecer antes de la admisión a trámite de la querella a pesar de haberlo pedido", señala. El letrado argumenta también que la Universidad de Nueva York ha confirmado que Garzón "no recibió jamás, ni directa ni indirectamente, fondos provenientes del Banco Santander".

A su juicio, es "absurdo" pensar que el Banco patrocinó a la Universidad en consideración a la función del juez cuando actualmente el Banco sigue siendo patrocinador de dicha Universidad y califica de "esperpéntico" razonar que la entidad bancaria habría pagado para lograr el archivo de "una causa que no existía", ya que la querella contra Botín se presentó muy posteriormente. También critica el que el Supremo ordenara antes de admitir la querella la practica de varias diligencias, entre ellas solicitar al Banco Santander y a la Universidad de Nueva York diversa documentación sobre los emolumentos percibidos por Garzón, incluidas varias cartas en las que éste agradece a Botín el patrocinio de sus conferencias.

Martínez-Fresneda alega también que la tramitación de estas diligencias "ha causado un considerable perjuicio" a Garzón y asegura que la intención de los querellantes es forzar el descrédito profesional del juez. Garzón tiene pendiente en el TS otras dos querellas, una por investigar las desapariciones durante la Guerra Civil y el franquismo y otra por ordenar la grabación de las comunicaciones en prisión de los cabecillas del 'caso Gürtel'.