El último poeta
Actualizado: GuardarSi Obama estaba en la luna, como afirman muchos de sus críticos, ha regresado del planeta gris, y sin ganas de volver a él en mucho tiempo, por lo menos hasta 2020. De hecho, anuncia que suspende la financiación de los planes para enviar una nueva misión a nuestro inspirado satélite. Es lástima, las crisis colocan el romanticismo a ras de suelo y convierten la política en un ejercicio de vulgaridad en manos de pícaros. Con Obama está a punto de fenecer el último poeta, el último cristo, el último mahoma. El último mesías de la política. El 10% de paro ha decretado su cruz capitalista, dejando la receta de la felicidad -salud, dinero y amor- reducida. La salud en manos del dinero y del amor. El presidente, que adorna su indomable 'cabellera' de jabalí con vívidas canas, ha pasado en un año, de pívot de los Lakers a prosaico burócrata de la OMS. Más aburrido y menos osado. Con el sello personal de calarse la gorra a la izquierda, en memoria de cierto tipo de burguesía clasista. A la hora de definir prioridades destina un presupuesto de 3,8 billones de dólares a combatir el desempleo y aumenta los gastos para estabilizar el sistema financiero y encarar un déficit que alcanza la cifra récord de 1,56 billones, el 10,6% del PIB. El mayor desde la Segunda Guerra Mundial. Ganan las clases medias desertoras de Massachusetts, educadas en situar el resultado de las urnas al sol que más calienta.
Los presupuestos buscan convertirse en un arma electoral, letal para un republicanismo que aún despierta del k.o. de las presidenciales y se frotaba manos y ojos ante las prácticas de vudú y levitación del adversario negro. Muchos de los grandes campeones fueron de color y la mayoría perdió su razón a golpes. Obama ha dicho para que le entiendan que destina una partida extraordinaria de 100.000 millones a crear puestos de trabajo y fomentar programas de empleo. La 'revolución obamista' sustituye el libro de ' El padrecito' (Lenin) por el catecismo 'Roschild'. Dedica 30.000 millones del anticipo a la banca para que saliese del agujero a incentivos fiscales a las pequeñas y medianas empresas que firmen nuevos contratos. Sin renunciar al pedigrí de los modernos estados: educación, investigación y desarrollo y seguridad.
Massachusetts fue el 'oído cocina', y en el Ratatouille USA se hace un esfuerzo por adaptar los condimentos de El Bulli a la cocina de la abuela americana. Dice mi admirado Alcántara que para evitar cambiar de convicciones es mejor no tenerlas.