El Gobierno turco maniobra para sacudirse el yugo militar
Erdogan decide eliminar un protocolo que autoriza al Ejército a actuar contra lo que considere 'amenazas internas'
Actualizado: GuardarCon cuatro golpes de Estado en los últimos cincuenta años y varios intentos que nunca llegaron a ver la luz, el último de ellos en 2003, el Gobierno turco ha decidido que es hora de alejar a los militares de la política. El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, asegura que eliminará un controvertido protocolo que permite al Ejército actuar contra 'amenazas internas' sin el consentimiento del poder civil.
Las Fuerzas Armadas han tenido tradicionalmente un gran poder sobre la política y sus altos cargos no tienen pelos en la lengua a la hora de alabar o criticar las decisiones políticas de los sucesivos gobiernos. No obstante, su influencia ha ido en descenso en los últimos años como parte de las exigencias de democratización que imponen los protocolos de adhesión de la Unión Europea, a la que Turquía espera unirse en un futuro. La eliminación del Protocolo de Cooperación para la Seguridad y el Orden Público (Enasya) podría ser el golpe definitivo para alejar a la clase militar de las tentaciones del poder.
Actualmente, y según ese protocolo, firmado en 1997, los militares pueden intervenir en caso de una emergencia y sin consentimiento o conocimiento del Ejecutivo en incidentes de seguridad interna. También está validado para recoger información y llevar a cabo operaciones contra todo aquello que consideren «amenazas internas». El Kurdistán, denuncian los partidos kurdos, ha sido hasta ahora uno de los principales objetivos del protocolo.El debate nacional sobre la intromisión castrense en la vida pública se ha encendido en las últimas semanas tras la revelación, por parte del diario 'Taraf', de un plan de las Fuerzas Armadas para derrocar el Gobierno de Erdogan en 2003.
Complot secreto
Este complot secreto, denominado Balyoz (mazo), contemplaba atentados contra mezquitas e incluso el derribo de un avión militar otomano en el mar Egeo para tensar las relaciones con Grecia. El plan preveía también la detención de 36 periodistas y de otros intelectuales. Uno de sus supuestos organizadores habría sido el general retirado Çetin Dogan, que ha reconocido que el plan se había urdido siguiendo el controvertido protocolo, pero sólo como un ejercicio de simulacros.
«En Turquía no puede existir algo como el protocolo Enasya. Se están dando los pasos necesarios para prohibirlo», aseguró Erdogan en una comparecencia antes los medios turcos recogida por el diario 'Today's Zaman'. El primer ministro aclaró que, al no tratarse de una ley sino tan sólo de un protocolo no sería difícil eliminarlo. También revisará un polémico documento que recoge las normas de actuación del Ejército en materia de seguridad nacional, y al que en Turquía se hace referencia a veces como la 'constitución secreta'. En él se describe a movimientos civiles como posibles amenazas para la seguridad