El fiscal pide 12 años para el presunto topo del CNI

La Fiscalía y la Abogacía del Estado pidieron ayer a la Audiencia Nacional, en la última sesión del juicio, que condene a doce años de prisión por un delito de traición a Roberto Flórez, el supuesto topo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) acusado de vender información secreta a Rusia entre 2001 y 2004.

La defensa del espía, antes de que el el tribunal declarase el proceso visto para sentencia, volvió a proclamar su inocencia y reclamó la absolución de su cliente.

Los representantes de las dos acusaciones públicas argumentaron que las pruebas practicadas en la vista oral, que se desarrolló a puerta cerrada por razones de seguridad nacional, confirmaron sus tesis y, por tanto, no consideraron necesario modificar sus calificaciones, que elevaron a definitivas.

La Abogacía del Estado incluso endureció su postura. En su exposición inicial, el representante del Gobierno indicó que para el caso de que los jueces no apreciasen en el comportamiento del espía el delito de traición, les solicitaba de forma alternativa que condenasen a Flórez a cuatro años de cárcel por revelación de secretos.

El abogado del Estado mantuvo ayer la posibilidad de una condena alternativa a la traición, pero elevó la reclamación de pena en ese supuesto a cinco años de cárcel, por entender que el delito en cualquier caso debería entenderse como continuado.

El abogado defensor insistió en que el espía no vendió información alguna a terceros países y que las cartas incautadas por los investigadores en los registros, en las que ofrecía sus servicios como confidente a los rusos, eran «ficticias», que no eran más que una parte de un ejercicio realizado por encargo de la central de inteligencia para poner en evidencia las carencias de seguridad que afectaban a los servicios españoles de espionaje.

El procesado, en la primera jornada del juicio, que comenzó el 25 de enero pasado, aseguró que se ha visto involucrado en este caso porque algunos de los miembros de la central de inteligencia le tenían manía y no le veían con buenos ojos.