El acusado del atropello mortal en Jerez es escoltado para evitar que lo linchen
JEREZ.Actualizado:La tensión se palpaba en el ambiente, y no era para menos. Desde antes de las diez de la mañana de ayer, hora indicada para el comienzo de la vista, casi 200 personas se agolpaban a las puertas de los juzgados de Álvaro Domecq ataviadas con una camiseta en la que rezaba: «Justicia para Francisco Ángel», y la cara del joven fallecido.
Los días previos al juicio la familia del motorista onubense, que murió arrollado por un vehículo durante la Motorada de 2007, prometía calentar el ambiente arropada por sus paisanos de la localidad de Rociana. Fueron muchos los que aguardaron impacientes a las puertas del recinto, mientras que los más afortunados consiguieron hacerse un hueco en los pasillos y una minoría logró entrar en el juicio. Pocos minutos antes de que comenzara, la familia de Francisco Ángel Jiménez increpó a la del acusado, G. D. O, al que tacharon de «asesino» mientras los otros se excusaban asegurando que «fue un accidente». La vista estuvo centrada en la versión del procesado, un joven de 23 años que reconoció los hechos y centró su defensa en que conducía bajo los efectos del alcohol y las drogas cuando se produjo el atropello. «Salí y me tomé unas copas -relató ante el juez- y creí que estaba bien, pero no era así». «No me di cuenta de lo que pasó hasta que me metieron en el calabozo, no pensé que se hubiera muerto nadie», argumentó.
Cuando concluyó la vista y el acusado abandonó la sala se vivieron los momentos más dramáticos de la jornada. Los allí presentes empezaron a increparle e insultarle nuevamente, pero esta vez muchos de los congregados fueron directamente a su encuentro e intentaron agredirlo, por lo que tuvo que abandonar el lugar escoltado por los antidisturbios.