PAN Y CIRCO

CHICO BUENO, CHICO MALO

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Vaya por delante que estoy de acuerdo con la sanción de dos partidos que le han caído a Cristiano Ronaldo por propinar un codazo en pleno rostro a un contrario que le agarraba para que no se le escapara. Porque un jugador, y más si está en la elite, nunca debe perder los nervios, por muy antideportivamente que le trate su marcador. Es doloroso e inaceptable que un hecho así solape una gran actuación. Entonces, qué... ¿callar y que le sigan dando hasta dejarle KO? No, no se trata de eso. Quienes deberían velar por el espectáculo, porque los genios ofrezcan su excelente repertorio, son los árbitros. Todo iría mucho mejor si a la primera intentona por 'cazarle', el árbitro le mostrase la cartulina amarilla; a la siguiente ya se lo pensaría dos veces. Sería alentador para la supervivencia del fútbol-espectáculo que se empezase por proteger a los Ronaldo, Messi, Iniesta, Kaká, el 'Kun' Agüero, y compañía, pues sólo gente así es capaz de creer en lo increíble, inventándose pases, regates y adornos pocas veces vistos en un terreno de juego. Y sin la lógica alianza de gente como ellos, los bárbaros, los especuladores y los mezquinos se adueñarían de este deporte. Por eso da rabia que jugadores de este talante, como Cristiano Ronaldo, emborronen una gran actuación cuando pierden los nervios, y el luso es bastante asiduo a perderlo. Cuando ejerce de chico malo, la caga. Su historial no está exento de capítulos polémicos. Durante su militancia en la 'Premier', en las filas del Manchester United, el ariete protagonizó diversos incidentes sobre el terreno de juego. Hace cuatro años, en un derbi contra el City, el portugués fue expulsado por una brutal entrada sobre un rival. Hace dos, vio la cartulina roja por propinar un cabezazo a un jugador del Portsmouth durante un partido de la FA Cup.