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Preparados para mantener la calma aunque naufragues en mitad del inmenso océano

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Cuando se necesita del agua, la gente de Firem se traslada desde Ciencias del Mar a la propia piscina del campus, al centro náutico Elcano en Cádiz o incluso al puerto de Algeciras. Allí, imparten clases sobre el uso correcto de los equipos, cómo saltar al agua desde cierta altura o la utilización de las bolsas salvavidas.

Otro de los elementos fundamentales es la balsa de salvamento. Todos los barcos profesionales están obligados a llevarlas, y hasta el más mínimo aspecto, está regulado a nivel internacional, desde los colores a los reflectantes.

Y por si falta o falla la balsa, también se entrena la formación del grupo en el mar. Adoptan una posición en círculo que alberga una doble utilidad: facilita el descanso de todos- algo necesario si hay que aguardar a un rescate dilatado- y permite una mayor visibilidad, por ejemplo, desde un helicóptero.

Incluso se cuida el apartado psicológico, ya que la disposición agrupada combate la sensación de soledad, y hasta permite que alguno de los componentes pueda elevarse sobre la formación para hacer señales más visibles.

En los casos de mucho frío este dibujo expandido es sustituido por una composición en la que todos están mucho más pegados, con idea de evitar la hipotermia.