Ciudadanos

El mundo entero cabe en la provincia

Entre los padrones de la provincia y el número de extranjeros regularizados hay un descuadre de casi 10.000 inmigrantes

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El problema, en España, es una tasa de paro del 19%. La tragedia, en Senegal, es una esperanza de vida de 52 años. La comparación puede resultar plana y simplista. Pero es el argumento que mejor explica por qué el flujo de inmigrantes que llega a Cádiz se ha mantenido estable en plena recesión económica, por qué muy pocos se han acogido a los planes de ayuda al retorno del Gobierno y, finalmente, por qué hay un descuadre evidente entre el número de empadronados en los ayuntamientos de la provincia y el de los que tienen un permiso oficial de residencia.

El último padrón anual asentado (2008) recoge un total de 45.485 extranjeros. A 31 de diciembre de ese mismo año, los 'regulares' eran 36.025. La diferencia es de 9.460. El Observatorio Andaluz de la Inmigración actualizó los datos (a septiembre de 2009) de extranjeros 'con los papeles en regla': 39.614, con lo que la cifra de 'invisibles', a falta del nuevo padrón, es de 5.871. Teniendo en cuenta que las estadísticas de llegada y empadronamiento de inmigrantes durante 2009 no han sufrido ningún cambio de tendencia («si hay un descenso, será irrelevante», dicen en Ceain Cádiz), el año pasado se cerró con la misma proporción de 'irregulares' que el anterior. Nada ha cambiado para la provincia.

Hasta ahí los números. Detrás están las personas y sus motivos. La polémica suscitada en torno a si hay que empadronar o no a los inmigrantes 'sin papeles' ha despertado un debate «ridículo y contraproducente», según Albert Bitoden, de Acoge. Los casos de Vic y Torrejón de Ardoz «sólo sirven para envalentonar a la extrema derecha y situar a las minorías en el centro de la diana, como ya pasó en Francia, Holanda e Italia». Pero ¿cuál es el problema? ¿Qué se pierde y que se gana si esos inmigrantes en situación de irregularidad no constan en los registros municipales? ¿Por qué se empadronan? ¿Qué beneficios obtienen? ¿Para qué le sirve al Estado?

Mejor no ver

En España está garantizado el acceso universal a la Sanidad. Cualquier persona que se acerque a Urgencias de un hospital tiene el derecho a ser atendida, independientemente de su procedencia o condición, tenga o no domicilio estable. Pero la legislación actual obliga a contar con una dirección fija para poder acceder a un médico de cabecera, beneficiarse de muchos servicios sociales y poder matricular a los niños en el colegio, por ejemplo. Además, hay otra causa de peso. La Ley de Extranjería impone una serie de condiciones para que los inmigrantes puedan obtener el permiso de residencia. Además de un contrato de trabajo y de una fe de penales que acredite que no han cometido ningún delito, se les exige que demuestren su presencia en el país con al menos tres años de antigüedad. Y el certificado de padrón, en estos casos, resulta clave.

Los Ayuntamientos, a cambio, también salen ganando. Las administraciones cuantifican su aportación a las arcas municipales, subvenciones y ayudas, en función a la población de cada municipio. A más ciudadanos, más dinero. «Si no se permitiera empadronarse a los inmigrantes, lo único que conseguiríamos sería no verlos», explica Bitoden. Esa cuenta tan sencilla de restar el número de empadronados al de extranjeros con permiso de residencia es una de las pocas formas de «hacerse una idea, aunque sea aproximada, de cuántos inmigrantes en situación irregular hay en cada municipio», explica Paco Morales, de Ceain Cádiz.

Entre septiembre de 2008 y septiembre de 2009, el incremento de extranjeros 'regulares' en la provincia fue del 16,17%. En el mismo periodo, pero de 2007 a 2008, fue de 16,86%. La variación es prácticamente irrelevante.

Por continentes y países, en el segundo lugar del pódium europeo, sólo por detrás de Reino Unido (6.121), está Rumanía (3.124), donde sigue habiendo una tasa del 10% de desnutrición infantil, según datos de Unicef. Después, alemanes e italianos. Marruecos aporta a la provincia 7.076 inmigrantes con permiso de residencia, seguido de Argelia (294) y Mauritania (168), un país en el que el 70% de la población no cuenta con agua potable. Senegal (242) y Kenia (72) completan los cinco primeros puestos de África. Bolivia (1,777, con una renta per cápita que no llega a los 1.200 euros anuales), y Colombia (1.676, con la segunda tasa de muertes violentas más alta de Iberoamérica) copan el primer y segundo lugar de países que exportan trabajadores a Cádiz, por delante de Ecuador (891) y Perú (657). Finalmente, China (1.251) y Filipinas (191) son los dos únicos representantes asiáticos con cierto peso en la suma total. El programa de ayudas para el retorno que el Gobierno puso en marcha el pasado año no ha cumplido, ni de lejos, los objetivos previstos. «En Cádiz no tenemos todavía los datos definitivos, pero ya sabemos que la cifra es ínfima», dice Paco Morales, de Ceain.

Según parece, fuera de nuestras fronteras aún queda mucha gente que sueña con pasar los aprietos de aquí. «Con padrón y sin padrón».