Encarcelan a los cinco etarras de Ondárroa

La Audiencia Nacional ordenó ayer el ingreso en prisión de cinco de los siete presuntos etarras detenidos esta semana por la Ertzaintza en sendas redadas en Ondárroa (Vizcaya) y en las poblaciones guipuzcoanas de Deba y Mutriku. El magistrado Eloy Velasco, que los encarceló tras tomarles declaración, oirá en los próximos días a Zubeltz Bedialauneta y a Urtza Alkorta, los otros dos presuntos miembros del comando arrestados el jueves.

El auto judicial achaca a los imputados su implicación en cinco atentados. El más grave es la voladura con un coche-bomba, el 21 de septiembre de 2008, del cuartel de la policía autónoma en Ondárroa. Según la investigación, los presuntos terroristas también habrían participado el 30 de marzo de ese año en la explosión de un repetidor de televisión en un monte de Azpaitia (Guipúzcoa), en los ataques con explosivos meses después contra las obras del tren de alta velocidad en las poblaciones guipuzcoanas de Orio y Urnieta y en la colocación de una bomba junto a la casa del pueblo de Elgoibar (Guipúzcoa), el 4 de abril, que no provocó heridos, pero sí importantes daños materiales en las viviendas próximas.

El magistrado ha encontrado indicios para imputar a Ibón Iparraguirre, el jefe del comando, y a Asier Badiola, su principal apoyo, los delitos de pertenencia a ETA, tenencia de explosivos y varios delitos de estragos terroristas. Los otros tres, Xeber Uribe, Jon Iñaki Esnaola y Javier Zubizarreta, son acusados de colaboración con la banda.

Velasco también ha imputado a Zubizarreta por tráfico de drogas, en relación a las 39 dosis de cocaína localizadas en un registro.