Negredo mete al Sevilla otra vez en 'Champions'

El Sevilla venció al Valencia por 2-1. Una sufrida victoria que coloca a los de Manolo Jiménez de nuevo en posiciones de 'Champions' al aprovechar los pinchazos de Deportivo y Mallorca. Están cuartos a tres puntos del tercero, donde están precisamente los levantinos.

Los primeros 45 minutos fueron de total dominio para los rojiblancos. El Valencia no podía, o no quería, jugar al fútbol. La ausencia de Banega por el bando 'ché' fue clave. Benefició en este aspecto Emery a Jiménez. A pesar de la superioridad sevillista, no se plasmaba en el marcador. Hasta que a los veinte minutos un sutil toque de cabeza de Escudé, tras un córner, lo remató en el segundo palo Negredo. El vallecano se reconcilia con el gol poco a poco.

Al margen del tanto, el árbitro, Pérez Lasa, fue el protagonista. En media hora había sacado cuatro amarillas (dos por bando) y no expulsó ni a Zokora ni a Alexis, al primero por unas manos y al segundo por agresión. Esta situación inmovilizó aún más a los levantinos que no sabían qué hacer. Prueba de este mal hacer era César. Se comportó de manera poco profesional al encararse con la afición e intentar intimidarla.

Poca historia en la primera mitad y algo más en la segunda. El Valencia se echó arriba, gracias a los errores propios de los andaluces y, sobre todo, por la entrada de Banega. El argentino dio el criterio que necesitaban sus compañeros.

Los valencianos empezaron a crear ocasiones. Pero el debutante Stankevicius demostró que no sólo sabe sacar la banda a 'cañonazos', sino que de central es una garantía. Ahogó con una férrea defensa a Villa primero y Silva después. El Sevilla precisaba de un revulsivo. Y ahí surgió la figura de Negredo. Navas robó inició una contra, pasó de tacón magistralmente al madrileño, para que rematara la faena con una bonita vaselina. El Pizjuán era una fiesta. Sólo Villa pudo parar el festejo. El '7' de España dio un balón en el palo y falló dos ocasiones claras ante Palop.

David Navarro fue el encargado de llevar el miedo a las gradas. Marcó a saque de esquina. La tensión de apoderó de los sevillistas. Pero al final aguantaron la reacción de los visitantes. Tres puntos de oro para el Sevilla.