SAN FERNANDO

La gastronomía de 1810 se cuela en los platos de los bares para atraer al turismo

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Desde diferentes estamentos se ha repetido la necesidad de que los ciudadanos y comerciantes se impliquen en los actos del Bicentenario. Razón por la que el espíritu del Diez pretende colarse en los platos de los bares y restaurantes. Ayer, los sabores de 1810 hicieron galas de sus bondades con un desayuno preparado por el cocinero Pepe Oneto -que no pudo acudir a la cita- estudioso de las comidas que se preparaban en aquella época.

Papuecas frita con azúcar glas y canela, pestiños con matalahúva, vino y naranja fritos con aceite y bañados con miel, o los típicos churros y buñuelos, fueron algunas de las exquisiteces que los miembros del equipo de Gobierno municipal pudieron degustar.

Entre las costumbres que se han perdido, y que ayer resaltaron estaba, la de poner en las mesas unos recipientes con azúcar mezclada con canela molida o la de acompañar los desayunos con el inseparable aguardiente. El café y la leche no podían faltar y aunque juntos no estaban revueltos, es decir primero se tomaba el café y luego la leche en vasos separados.

Todo ello, en un día en el que hace 200 años se comenzaba a preparar decretos para la puesta en marcha de Las Cortes como era el caso del Proyecto de Reglamento y Juramento para la Suprema Regencia, el último edicto de la Suprema Junta Central, el último decreto sobre la Celebración de Las Cortes y también el Decreto de la Junta Central designando a los Regentes encargados de preparar las futuras sesiones.