Los parientes del fallecido se han concentrado varias veces a las puertas de los juzgados. :: CRISTÓBAL
Jerez

«Mi hijo está sufriendo en vida un calvario»

Aunque la familia reconoce los hechos, cree injustas las «difamaciones» y aclara que el joven nunca antes estuvo en prisión

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Han estado callados desde que su hijo fue acusado de arrollar con resultado de muerte a un motorista onubense en marzo de 2007. Sin embargo, casi tres años después esta familia ha explotado y ha querido salir a la palestra para defender «la dignidad como persona» del imputado.

Tras las continuas declaraciones de los parientes del fallecido, en las que aseguran que el presunto autor de los hechos tenía varias condenas ya por conducir ebrio y estuvo meses en la cárcel por tráfico de drogas, no les ha quedado más remedio que desmentir las «difamaciones» que a su juicio han vertido sobre el chico.

Sus padres y su tío, que han preferido permanecer en el anonimato, han querido dejar claro que este joven que ahora tiene 23 años nunca ha estado en la cárcel y que hasta que ocurrió el trágico suceso nunca se le había imputado delito alguno, y menos aún relacionado con el narcotráfico. «Mi hijo nunca ha estado en la cárcel -enfatiza su madre-, ni es traficante ni ha vuelto a conducir desde entonces. Ha podido tener multas por no llevar el casco o no ponerse en cinturón, pero nada más».

Ellos, no obstante, no escurren el bulto, pues reconocen que su hijo cometió «un terrible error» y «si lo tiene que pagar, lo pagará». Lo que demandan es que no sigan hablando del joven y mucho menos para atribuirle cosas inciertas. «No les hemos contestado hasta ahora por respetar su dolor y sus circunstancias -en alusión a la familia del fallecido-, pero cuando se difama ya es indignante».

Funestas consecuencias

Confiesan, incluso, que el joven, que acababa prácticamente de sacarse el carné de conducir en el momento de los hechos, aquel día se había bebido unas cervezas y «había fumado unos porros», por lo que perdió el control del vehículo y chocó con un bordillo, lo que le hizo empotrarse contra varios coches aparcados y llevarse por delante al motorista, que desafortunadamente carecía de casco protector.

Un siniestro que le ha cambiado la vida, pues aseguran que desde entonces no ha levantado cabeza. «Perdió el trabajo y nunca más volvió a trabajar, porque es incapaz de montarse en un andamio. Se llevó un año sin salir de su cuarto hasta que lo llevamos a un centro en el que entró voluntariamente y donde se rehabilitó de todo. Ahora mismo está hundido».

Otra de las cuestiones que afirmaron no entender es el despliegue de simpatizantes de la familia del fallecido, que fletará tres autobuses y 25 coches el lunes hasta Jerez, donde se celebrará el juicio. Como subrayó el tío del imputado, «es muy loable que quieran defender lo suyo pero otra cosa es deshonrar a alguien por venganza, para presionar a los jueces».

Por ello, tampoco descartan llevar el tema de las presuntas difamaciones a los tribunales, argumentando que ello ha terminado de hundir al joven. «A mi hijo lo tratan como si fuera un delincuente habitual -se lamentó su padre- y está sufriendo en vida un verdadero calvario. Nunca hubiéramos querido que pasara esto, pero no se puede calentar a la sociedad desprestigiando a un crío».