
El Madrid mantiene el paso del Barça
Los de Pellegrini se adelantan con un buen cabezazo de Esteban Granero y un gol de Benzema a pase de Guti. Riki recortó distancias con un penalti, pero Benzema anotó en el minuto 90
Actualizado: GuardarSe acabó el maleficio. El Real Madrid ganó en Riazor 18 años después. Y lo hizo con una superioridad y solvencia desconocidas ante un Deportivo demasiado inocente que se vio desbordado por el dinamismo del juego ofensivo rival. La maldición de Riazor desapareció en apenas 12 minutos, el tiempo que necesitó Granero para abrir el marcador.
El Madrid saltó al campo con la obligación de sumar los tres puntos tras la victoria del Barcelona en Gijón. Y los consiguieron de una manera bastante cómoda. Los blancos no echaron de menos a Cristiano Ronaldon ni a Higuaín ni al resto de ausentes. El Deportivo salió replegado, con las líneas juntas y con la idea de presionar a los 'merengues' para robar el balón y salir a la contra. Pero los gallegos no lograron ninguno de los objetivos.
Kaká y Xabi Alonso, por no hablar de Guti, campaban a sus anchas ante la pasividad de los blanquiazules. Los locales no armaron ninguna contra. El grandísimo Valerón ya no está para llevar el peso del partido y Adrián permanecía como una isla en la punta de ataque persiguiendo pelotazos desde la defensa.
Y así llegó el primer tanto. Balón al área, mal despeje de Laure y Granero marca con un cabezazo cruzado. El gol no modificó la estrategia de ninguno de los equipos. El Madrid siguió a lo suyo, es decir, al ataque. El Depor encerrado atrás sin ideas y amenazando a Casillas sólo a balón parado. Así las cosas, sólo la soberbia actuación de Aranzubía evitó una mayor humillación a los locales. El guardameta blanquiazul evitó el gol de Raúl, titular 11 partidos después, al detener un remate a bocajarro del capitán.
La aparición de Guti
Los blancos seguían en busca del segundo tanto. Benzema tuvo ocasiones, pero estuvo errático hasta la jugada del partido. El Depor perdió el balón en ataque, el Madrid en una contra rápida bien llevada por Kaká, dejó a Guti sólo ante el portero. Y entonces ocurrió lo increíble. El '14' con ojos en la nuca, dio un taconazo perfecto que dejó sentado a un absorto Aranzubia que vio como Benzema marcaba a puerta vacía. ¿Genialidad o locura? Dicen que ambas se confunden. Y más en Guti. Pero esta vez el arte triunfó y regaló a los aficionados de Riazor un gol de exquisita belleza.
Tras la reanudación los gallegos intentaron hacer un lavado de imagen. Lotina retiró a un desaparecido Valerón y dio entrada a Iván Pérez. Los locales reaccionaron y se acercaron al área de Casillas a través de balones colgados y de segundas jugadas. Pero el dominio de los blanquiazules era ficticio, más provocado por la relajación excesiva de los blancos que por el fútbol de los coruñeses. Sin embargo, las meigas quisieron darle emoción y nublaron a Ramos para que provocara un penalti sobre Riki que el delantero blanquiazul transformó. Surgieron las dudas. Riazor creyó en el milagro. Pero este año la realidad se impuso y Benzema sentenció en el descuento con el tercer tanto, el segundo en su cuenta.