La hipertensión obliga a Lula a suspender un viaje a Davos, donde iba a recibir un premio
Actualizado:Un pico de hipertensión obligó el miércoles por la noche -madrugada de ayer en España- a Luiz Inácio Lula da Silva a suspender a última hora su viaje a Suiza para asistir al Foro Económico Mundial de Davos, donde estaba previsto que recibiera el premio al estadista global. El reconocimiento, que se entrega por primera vez en cuarenta años en el encuentro de mandatarios y financieros en la ciudad alpina, será recogido en su nombre por el canciller brasileño, Celso Amorín.
El presidente se sintió cansado e indispuesto durante una gira por Recife, al nordeste del país, donde se reunió con líderes políticos locales. El calor, el estrés y su retorno al hábito de fumar le jugaron una mala pasada. Tenía dolores en el pecho y la garganta y le costaba hablar. Cuando ya había iniciado el vuelo a Davos, su médico le tomó la tensión y tenía 18/12, un indicador interpretado como «crisis hipertensa». El facultativo ordenó regresar a Recife e internar a Lula en el Hospital Portugués.
Horas después fue dado de alta tras ser sometido a un electrocardiograma, realizársele una radiografía de tórax y un análisis de sangre. Cuando su tensión se normalizó, era tarde para viajar a Suiza. Los medios periodísticos tomaron imágenes del presidente al abandonar la clínica junto a su mano derecha, la jefa de la Casa Civil, Dilma Rousseff, candidata del oficialismo en las próximas elecciones. Lula fue trasladado a su apartamento de Sao Bernardo do Campo, en San Pablo, donde deberá descansar hasta el lunes.
Con la suspensión del viaje, Lula se perdió la oportunidad de recibir en persona un premio «por contribuir a mejorar el estado del mundo».