Dos meses de infierno en el desierto
Zapatero podría tratar el secuestro de los españoles este fin de semana con sus homólogos mauritano y maliense
RABAT.Actualizado:Hoy se cumplen dos meses del secuestro de Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual en Mauritania. La información sobre las posibles negociaciones que el Gobierno español estaría llevando a cabo con representantes de Al- Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) sigue llegando con cuentagotas, a pedazos.
Mientras, los expertos advierten: la única solución para los tres cooperantes españoles es la negociación con los terroristas y la liberación de presos.
Este fin de semana, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se reunirá con toda probabilidad con sus homólogos mauritano y maliense en Adis Abeba, donde asistirá a la cumbre de la Unión Africana.
El jefe del Ejecutivo, que acude a la capital etíope en calidad de presidente de turno de la Unión Europea, podría tratar sobre las exigencias que han hecho los terroristas para lograr la liberación de Albert, Alicia y Roque.
Aunque el Gobierno no lo ha confirmado, y las embajadas de España en Nuakchot y Bamako guardan silencio, todos los indicios hacen pensar que la rama magrebí de Al-Qaida, que también retiene a un francés y dos italianos, ha pedido la liberación de presos salafistas a cambio de los españoles, además de una gran suma de dinero.
«Se habla, en concreto, de 10 terroristas salafistas encarcelados en Nuakchot. Varios de ellos son los responsables del asesinato de cuatro franceses (la familia Tollet, en 2007) y otros están relacionados con operaciones terroristas en la capital», asegura el analista Mussa Uld Hamed, director del diario mauritano 'Biladi'.
A mediados de este mes, una comisión de 'ulemas' (doctores del islam) se reunió con los 70 presos salafistas que se encuentran en la cárcel de Nuakchot para intentar convencerles de que han errado su camino en la religión islámica, que nada tiene que ver con el terrorismo.
El resultado de los encuentros, aseguran los 'ulemas', es alentador. Pero pocos creen que estas conversaciones vayan a ayudar en la liberación de los tres cooperantes españoles.
Líder moderado
«La clave del problema está en el norte de Malí (adonde fueron trasladados los rehenes), no en Mauritania», opina Uld Hamed, quien considera, no obstante, que esta iniciativa podría interpretarse como «una estrategia del Gobierno mauritano para preparar el terreno por si finalmente se negocia la liberación de presos».
Es muy probable que los tres catalanes se encuentren en manos de la célula de AQMI comandada por Mojtar el Mojtar, uno de los más moderados, «que tiene una gran experiencia en el secuestro de europeos», asegura Uld Hamad. «Por eso mismo creo que la vida de los españoles no está en peligro. Va a llevar unos meses, pero si todo se hace con prudencia, serán liberados», explica el experto en terrorismo.
Uno de los españoles, Vilalta, recibió tres disparos en una pierna el día del secuestro pero, según han hecho saber los terroristas, se encuentra bien y ha recibido medicinas.
En las negociaciones prima la prudencia y la seguridad de los españoles, pero hay que tener en cuenta también un escollo en este asunto. Y es que cada nuevo mensaje que se envía entre los terroristas y los negociadores puede tardar entre una semana y diez días en llegar a su destino, de ahí la lentitud de un proceso que se tuerce cada vez más difícil.