Los jerezanos se volcaron con la llamada del CRTS. :: J. C. C.
Jerez

Largas colas para donar sangre

La macrocolecta de sangre que acogió ayer la Casa de la Juventud se saldó con alrededor de 200 donaciones Los jerezanos paliaron ayer las necesidades del líquido vital en la provincia

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Carmen Muñoz, Ana María Guerrero e Isabel Naranjo fueron ayer juntas a donar sangre. Mientras se tomaban el zumo para reponerse, coincidieron en animar a los que aún no se han atrevido a dar el paso: «Todas las opiniones son respetables pero tienen que saber que no pasa nada, que uno se tumba un ratito, se relaja y ya está», dijeron. Ellas fueron tres de las 200 personas que decidieron ayer esperar una larguísima cola para donar sangre y contribuir así a mejorar las reservas de la provincia.

«Sé que hay pocas bolsas y por eso he venido. Eso sí, deberían darnos un bocadillito de jamón», dijo entre risas y tirando el bote de zumo vacío a la basura. «La primera vez que doné fue por casualidad. Vi un autobús y me aventuré. Desde entonces, suelo hacerlo periódicamente», dijo Carmen, responsable de que Ana María también participara ayer en la macrocolecta de sangre del Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS). «Tenía 20 años la primera vez que doné. Aquel día no había comido y me desmayé al salir. Pero se me pasó enseguida y no me ha vuelto a ocurrir», recordó Ana María.

Salvar vidas

Para ella la principal motivación para donar casi medio litro de sangre de forma regular es que es un gesto que «salva vidas. Mañana me puede hacer falta a mí, a cualquiera de nosotros o de nuestros seres queridos», dijo convencida mientras esperaba un rato antes de marcharse a casa.

Isabel Naranjo es de la misma opinión: «Hay mucha gente que lo necesita y tenemos que ayudar», eso sí, «podrían darnos un bocata de tortilla», dijo para apoyar la petición de su amiga.

Además de las 200 bolsas que se recibieron ayer, otras tres colectas realizadas en la provincia dieron el montante total de casi 400 donaciones. Para el responsable del CRTS, Miguel Ángel Barbero, «si se dieran estas cifras todos los días, tendríamos que pedir a la gente que no donara más». Y es que en un día normal, el CRTS atesora entre 100 y 120 bolsas de sangre. «Las 200 donaciones de hoy se pueden gastar en un poco más de un día por eso hay que mantener el ritmo», dijo calcuando que los resultados de ayer casi multiplican por cuatro las estadísticas habituales.

Más que bien

Mientras los donantes aguardaban pacientemente la cola, los profesionales sanitarios no paraban de trabajar entre las doce camillas instaladas en la Casa de la Juventud. «Estamos teniendo una respuesta buenísima. El día de hoy va más que bien», aseguró ayer el enfermero Rafael Domínguez. De hecho, está seguro de que «va a haber un repunte en las reservas de sangre porque estamos también en otros sitios».

Rafael es claro a la hora de animar a los jerezanos a donar: «Que lo intenten una sola vez, que prueben y vean que no pasa nada», dijo. Para solventar algunas dudas comunes, Rafael explicó que «se extraen 460 mililitros de sangre».

Curiosamente, entre los donantes que atendió Rafael había un aspirante a enfermero, Miguel Aguilar, de 21 años: «Es la octava vez que dono. Me ha llegado un aviso al móvil y me he quitado un ratito de estudiar», aseguró mientras tomaba un refresco. «Esto le hace falta a todo el mundo: hoy por ti y mañana por mí», sentenció. El joven asegura que va a donar sangre de forma habitual -los hombres pueden hacerlo hasta cuatro veces al año y las mujeres, tres- y el ambiente de ayer era inusual: «Hay mucha gente hoy. Otras veces no hay siquiera que esperar».