Obama, a su llegada al despacho oval. / Ap
discurso sobre el estado de la unión

Obama lanza un mensaje económico y populista para devolver la ilusión a los estadounidenses

El presidente de EEUU ha propuesto en su discurso usar los 30.000 millones de dólares de las ayudas devueltas por Wall Street para que los bancos comunitarios, que son pequeñas entidades locales, extiendan más créditos a las empresas

WASHINGTON Actualizado: Guardar
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El presidente de EEUU, Barack Obama, ha combinado hoy una retórica populista y un mensaje eminentemente económico en su discurso sobre el Estado de la Unión, con el que ha buscado recuperar la iniciativa política y devolver la ilusión al electorado. Al comenzar su segundo año de mandato, el mandatario ha optado por escuchar el viejo consejo de su último predecesor demócrata, Bill Clinton: "es la economía, estúpido".

Con unas elecciones legislativas a diez meses vista en las que los demócratas se temen lo peor y con una popularidad capitidisminuida, el presidente debía demostrar que tenía un plan contra los problemas económicos y contra una oposición republicana en racha. Que no se le vea manos a la obra contra el desempleo -del 10% en EEUU- equivale al suicidio político, como demostró la dolorosa derrota demócrata en Massachusetts la semana pasada, en la que su partido perdió la mayoría absoluta en el Senado.

Así, de los aproximadamente setenta minutos que ha durado su discurso ante las dos Cámaras del Congreso -el más importante del año político-, dos terceras partes los ha dedicado a la economía y a presentar propuestas que, a su juicio, fomentarán directa o indirectamente la creación de puestos de trabajo. Entre las medidas que ha anunciado figura una propuesta para destinar 30.000 millones de dólares del plan de rescate financiero para que bancos locales concedan créditos a las empresas, lo que permitirá a éstas contratar a más personal.

El presidente estadounidense ha prometido también doblar el comercio exterior en cinco años, lo que permitirá crear, a su juicio, dos millones de empleos. En este sentido, ha llamado a intensificar la relación con Colombia, Panamá y Corea del Sur, países con los que EEUU tiene pendientes de ratificación tratados de libre comercio. También ha anunciado una congelación parcial del gasto público, que busca ahorrar cerca de 250.000 millones de dólares en diez años.

Reconciliación con la comunidad 'gay'

Fuera del área económica, Obama apenas ha presentado propuestas de nota. Quizás lo más notable ha sido su llamamiento a repeler la ley "Yo no pregunto y tú no me cuentas" ("Don't ask, don't tell"), que impide que los homosexuales declarados puedan servir en las Fuerzas Armadas. Pero incluso ese llamamiento tenía como objeto reconciliarse con sus bases. La comunidad 'gay' estadounidense, que le apoyó masivamente en las elecciones de 2008, le reclamaba gestos de apoyo.

La reforma migratoria se mencionó apenas de pasada: "Deberíamos continuar el trabajo de arreglar nuestro fallido sistema migratorio, de garantizar la seguridad en la frontera, hacer cumplir nuestras leyes y asegurarnos de que cada persona que cumple las reglas puede contribuir", ha dicho Obama, quien no ha pedido al Congreso directamente que apruebe una medida en este sentido.

Más atención ha dedicado a la reforma del sistema sanitario, la gran prioridad legislativa de su primer año de mandato y cuyo futuro es incierto después de que los demócratas perdieran la semana pasada la mayoría absoluta en el Senado. En una referencia a los estadounidenses que carecen de cobertura médica o se encuentran en peligro de perderla, ha subrayado que "no abandonaré a esos ciudadanos y tampoco deberían hacerlo los presentes en esta cámara".

En un discurso donde la economía jugó un papel hegemónico, la política exterior ha desempeñado necesariamente un rol secundario, hasta el punto de que "temas calientes" como Guantánamo u Oriente Medio ni se han mencionado. Obama sí ha aludido a los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, y ha advertido a este último de "consecuencias crecientes". También ha asegurado que la guerra en Irak "toca a su fin". Pero "poderoso caballero es Don Dinero" y hoy Obama hablaba para el bolsillo de los estadounidenses. Parece exactamente lo que los votantes querían oír.