Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
ESPAÑA

Un pequeño pueblo de Cuenca quiere el almacén nuclear

J. VICENTE MUÑOZ
TOLEDO.Actualizado:

Villar de Cañas, un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca de 470 habitantes, se ha sumado a la carrera por hacerse con el almacén temporal de residuos nucleares y con las millonarias compensaciones económicas que conlleva su instalación. Una carrera que ya han iniciado Ascó, en Tarragona, y Yebra, en Guadalajara, por lo que Villar de Cañas es el segundo municipio castellano-manchego que apuesta por albergar este almacén y un nuevo quebradero de cabeza para el presidente de la comunidad, José María Barreda.

La decisión se adoptó por unanimidad en el pleno de este Ayuntamiento gobernado por el PP con cuatro concejales a los que hay que sumar tres independientes. El alcalde, José María Saiz, explicó que Villar de Cañas presenta la candidatura porque «queremos revitalizar la economía del pueblo y crear puestos de trabajo». El primer edil aseguró que el 90% de los vecinos de su pueblo es favorable a acoger el almacén de residuos y que todos los expertos en materia nuclear con quienes ha hablado le han asegurado que estas instalaciones son seguras y nada problemáticas.

La decisión sorprendió en la comarca puesto que en los últimos años estos pueblos apostaron por las energías renovables. También causó extrañeza en el PP regional, que siempre se ha opuesto a que el depósito nuclear se ubique en la comunidad y que ahora no ha podido impedir que dos de sus alcaldes hayan roto con la línea oficial.

Al Constitucional

La secretaria general del PP y líder regional del partido, Dolores de Cospedal, evitó hablar de expedientes sancionadores como hizo en el caso de Yebra y se limitó a indicar que este asunto depende del Gobierno de Zapatero que debería buscar el consenso.

Más contundente fue el presidente castellano-manchego, el socialista José María Barreda, quien anunció que no dudará en recurrir ante el Constitucional la instalación del almacén nuclear en la región. «Siempre hemos respetado y amparado la autonomía municipal para decisiones que no tengan repercusiones supramunicipales», pero no es posible que «una decisión de esta naturaleza y con sus repercusiones se pueda tomar sólo a partir de la petición de un ayuntamiento al que se le ha ofrecido el oro y el moro», subrayó Barreda.

En este sentido, el Gobierno castellano-manchego está estudiando sus competencias en planeamiento urbanístico, ordenación del territorio y medio ambiente para abortar cualquier proyecto nuclear en la comunidad.