Los padres de Marta del Castillo piden 50 años y 5 meses de cárcel para el asesino confeso
Como acusación particular, solicitan cinco años para su hermano por encubrimiento y tres para Samuel y su novia por ayudar a ocultar el cadáver
SEVILLA Actualizado: GuardarCumplido ya el año desde que la joven sevilla Marta del Castillo desapareció y presuntamente fue asesinada, el letrado que representa a la familia ha solicitado una pena de 50 años y cinco meses de prisión para el asesino confeso, Miguel Carcaño. Le atribuye un delito de asesinato, dos de violación -como autor principal y como cooperador necesario para que lo cometiera el menor conocido como 'El Cuco'- y otro de profanación de cadáveres. La defensa también reclama el pago de una indemnización de 480.000 euros.
El despacho Montero-Aramburu que representa a los padres de la menor ha confirmado que la petición para el hermanastro del asesino confeso, Francisco Javier Delgado, es de cinco años de cárcel por los presuntos delitos de encubrimiento, profanación de cadáveres y amenazas, mientras que para Samuel Benítez, amigo de Carcaño, y María García, la novia del hermanstro, solicita tres años por los presuntos delitos de encubrimiento y profanación de cadáveres. Además, pide para cada uno de ellos el pago de una indemnización de 100.000 euros.
Relato de los hechos
Según el relato entregado al Juzgado de Instrucción 4 de Sevilla, tanto Miguel como su amigo Javier G.M., de 15 años cuando ocurrieron los hechos, se encontraban entre las 20.00 y las 24.00 horas del 24 de enero de 2009 en el domicilio del primero de ellos en la calle León XIII de Sevilla, donde habían tomado alguna bebida alcohólica y habían fumado algún cigarrillo de hachís. Esto les provocó "euforia y cierta desinhibición, que no impedía que tuvieran un pleno control de sus actos", según Calero, que por ello no les aplica ninguna atenuante.
Por razones no determinadas, ambos "comenzaron a agredir con golpes, puñetazos y patadas" a Marta del Castillo, que se encontraba "indefensa y confiada en su previa relación de amistad con ambos". Ayudándose mutuamente, los dos chicos la condujeron a la fuerza al dormitorio de Miguel, la amordazaron para ahogar sus gritos, la desnudaron parcialmente y la penetraron vaginalmente, primero uno y luego otro, a la vez que la amedrentaban con un navaja tipo mariposa. "Con el propósito común de matarla para impedir que pudieran ser descubiertos", según la acusación, el menor rodeó el cuello de la víctima con un cable y apretó hasta asfixiarla, tras lo cual, para cerciorarse de que estaba muerta, lo comprobaron colocándole en el brazo un tensiómetro que había en el domicilio, añade el escrito.
El papel del hermano de Carcaño
Explica que los dos jóvenes pidieron entonces ayuda para "limpiar los vestigios que pudieran haber quedado y para deshacerse del cadáver" y llamaron a su amigo Samuel B.P., de 20 años, y a Francisco Javier D.M., de 40 años, hermano mayor de Miguel que tenía "gran influencia sobre él por cuanto había asumido desde años atrás funciones de protección y tutela". El abogado resalta que la ocultación del cadáver, que sigue sin aparecer pese a la exhaustiva búsqueda realizada por las fuerzas de seguridad, fue "dirigida por Francisco Javier D.M., de mucha más edad que los demás, con experiencia en situaciones límites por su condición profesional", pues es vigilante de seguridad.
A este acusado, los padres le imputan un delito de encubrimiento en concurso con otro de profanación de cadáveres, por los que piden tres años de cárcel, y otros cinco años por amenazar al menor de edad diciéndole que "si decía algo, le iba a pasar algo muy grave a su familia". A Samuel Benitez y a María García, novia de Francisco Javier que presuntamente estuvo en el piso donde se cometió el crimen, la acusación les imputa un delito de profanación de cadáver, con una pena aparejada de tres años de cárcel.