PORNO
Actualizado:Samanta Villar ha llevado a sus '21 días' de Cuatro el mundo de la pornografía. ¿Por qué no? Es algo que nos envuelve. La cuestión no es hacia dónde vas, sino para qué. Ir al continente del porno es entrar en uno de los centros vergonzantes de nuestro mundo. Vale. Pero, una vez allí, ¿qué hacer? El problema es ése, y ahí es donde Samanta Villar ha fallado. Conviene no perder de vista los grandes esquemas, para entender mejor lo que pasa a nuestro alrededor. Hay dos cosas que inevitablemente llaman la atención de cualquier animal, incluido el 'homo sapiens sapiens': el sexo y la muerte. Los humanos, como somos más cursis, lo llamamos Eros y Thanatos. Algunos han logrado hacer grandes obras de arte con estos recursos: su mérito consiste, sobre todo, en haber creado los sentimientos asociados al sexo y a la muerte sin mostrarlos de manera explícita. Así el mero instinto se convierte en poesía. Esta capacidad para recrear el espíritu de las cosas sin su materia es una de las grandes cualidades del género humano, uno de los pocos rasgos que hacen concebir esperanzas en el 'bípedo implume'. Inconveniente: esa operación de sublimar instintos exige cierto esfuerzo. Ahora bien, el negocio de la cultura de masas consiste exactamente en todo lo contrario: ahorrar lo más posible cualquier esfuerzo al consumidor. Por eso la cultura de masas, más que enriquecer, embrutece.
Ejemplos máximos: precisamente la pornografía, que es la versión burda del erotismo, y la violencia, versión burda de la épica. Es lógico que a Samanta Villar, que es inteligente, le haya llamado la atención el mundo del porno: no deja de ser un signo de nuestro tiempo. Pero, una vez metida en harina, la mirada de Samanta no ha sido la de quien intenta entender, sino justo la contraria: la de quien entra en el juego. ¿Por qué? Simplemente, porque también ella ha buscado la rentabilidad.
No nos ha acercado al porno como informadora, menos aún como investigadora, sino simplemente como mercader de carne. Creo que no volveré a ver programas de esta chica: ya nos mostrado de qué va.