Encuestas
SECRETARIO PRIMERO DE LA MESA DEL PARLAMENTO DE ANDALUCÍAActualizado:Las encuestas son un instrumento fundamental en sociología y su utilidad está fuera de toda duda, prueba de ello es que cada vez se usan más y en más ámbitos: desde la política a la economía, desde el comercio a la planificación estratégica.
No son una ciencia exacta, aunque se aproximan mucho, siempre que se hagan con rigor técnico y se renuncie a la manipulación de los consultados o de sus respuestas. Las previsiones de las encuestas no siempre se cumplen, sobre todo cuando son fruto de la manipulación interesada de sus gestores y o patrocinadores, algo demasiado frecuente y que ha puesto en cuestión la fiabilidad de los datos y hasta del instrumento.
Las encuestas no son inocentes, si usted tenía dudas descártelas. El truco puede estar en las preguntas que ocultan intenciones, en las respuestas no siempre sinceras y en la interpretación de los resultados que, como las auditorías, suelen ser favorables a quienes las pagan.
En política las encuestas son un instrumento de trabajo imprescindible para evaluar el nivel de satisfacción de los ciudadanos, aunque también se usen habitualmente como elemento de propaganda contra los adversarios. Los gestores públicos deben prestarles una especial atención para orientar su acción de gobierno y cuidarse de quienes las manejan.
Una consulta aislada tiene escaso valor, apenas puede considerarse como una foto instantánea de una realidad cambiante, por el contrario una secuencia permite vislumbrar las tendencias sociales con más precisión a través del tiempo y a salvos de coyunturas especialmente negativas o favorables.
En las últimas semanas ha impregnado todo el debate político los resultados de la última encuesta del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA), sobre un trabajo de campo realizado en noviembre de 2009, un momento poco favorable para el PSOE, en plena crisis económica, con unas cifras preocupantes de desempleo y con el debate sobre los liderazgos internos de fondo.
En las filas del PP ha cundido un entusiasmo desmedido a consecuencia de una lectura precipitada y poco reflexiva de los resultados, en la que sólo toman en consideración los más favorables, obviando los que menos les convienen y que evidencian una realidad distinta a la que interpretan. La euforia les lleva a vender la piel del oso antes de cazarlo, dando por sentado que ganaran las próximas elecciones.
Es palpable que se ha producido un desgaste del PSOE, que baja casi siete puntos, pero no se produce un trasvase de votos al PP que solo sube 3,5, por lo que una parte sustancial de los desencantados se quedan en la abstención. En otras ocasiones el afloramiento de las políticas conservadoras han movilizado a los electores progresistas.
Más allá del empate técnico que la encuesta refleja en intención directa y en estimación de voto, otras variables son favorables al PSOE; más del 50% creen que ganaría las próximas elecciones y su valoración es más alta que la del PP en la mayor parte de las cuestiones planteadas.
Analizando todos los datos se comprueba que hay una mayoría de andaluces que siguen apoyando y valorando la labor del PSOE más que la del PP, tanto en términos de partido como en lo que se refiere a la gestión del Gobierno socialista, que sigue siendo positiva tanto a nivel global, como en las políticas públicas de salud, educación, infraestructuras, medio ambiente, tercera edad, universidades y programas de investigación y desarrollo.
El PP sigue teniendo graves problemas de liderazgo político y de confianza social. El PSOE lo supera en 14,5 puntos como partido que tiene mejores líderes y Arenas, campeón de las derrotas electorales, sigue suspendiendo con un 4,6, por debajo de Griñan que aprueba con un 5,2 de valoración.
El PSOE supera al PP: en 12,3 puntos como partido que defiende mejor los intereses de Andalucía, en 8,8 puntos como partido que mejor representa a los andaluces, en 5,1 puntos como partido que inspira más confianza, en 6,7 puntos como partido más capacitado para gobernar, en 6,2 puntos como formación política más honesta y en 10,5 puntos como el partido que más se preocupa de los problemas de los ciudadanos.
El PP aun no puede considerarse alternativa de gobierno, sigue apareciendo como el partido del no, que intenta obtener rédito político de la crisis sin aportar nada para salir de ella. Hasta el momento no ha asumido ningún compromiso para arrimar el hombro, ni presentado sus propuestas. Cuando apuntan alguna idea se descubre que se trata de más de lo mismo: recorte del gasto público en prestaciones y servicios, abaratamiento del despido y manipulación de la inmigración.
Los datos de la encuesta del IESA son consecuencia del desgaste de la acción de gobierno, en el marco de una grave recepción económica que ha extendido el pesimismo entre los ciudadanos y cuya superación será el elemento fundamental para mejorar los resultados.
En el tiempo que resta para las elecciones, más de un año para las municipales y más de dos para las autonómicas y generales, la recuperación económica que empieza ya a vislumbrarse puede cambiar el termómetro social y político. La experiencia demuestra que ha habido casos en los que tras pronósticos parecidos de empate técnico, los resultados de las elecciones fueran mucho más favorables para el PSOE. Sucedió en 1996, se repitió en las elecciones europeas de 2009 y puede ocurrir en las municipales de 2011 y en las generales y autonómicas de 2012.