Haití teme al 'seísmo húmedo'
El presidente alerta de que antes de que llegue la temporada de lluvias hay que buscar cobijo al millón de personas que se ha quedado sin hogar EMMANUEL SANON PUERTO PRÍNCIPE. A Haití se le multiplican los enemigos. Una vez que su población ha aprendido a convivir con la desgracia, a
Actualizado:PUERTO PRÍNCIPE. A Haití se le multiplican los enemigos. Una vez que su población ha aprendido a convivir con la desgracia, ahora que el hambre parece estar dominado y la ayuda humanitaria comienza a circular, la naturaleza vuelve a amenazar al país caribeño. El nuevo temor se llama temporada de lluvias. Aún faltan cuatro meses, pero la lentitud evidenciada desde el seísmo para intentar recomponer algún atisbo de normalidad recomienda ponerse ya a buscar soluciones.
El presidente, René Preval, lanzó ayer un llamamiento mundial para que a la mitad occidental de La Española sean enviadas al menos 200.000 tiendas de campaña para cobijar al millón de personas que se han quedado sin hogar y que duermen a la intemperie. «Es preciso dar un techo a las víctimas», aclaró. «Debemos cuidar a todos aquellos que se quedaron rezagados y a los que huyeron a otros lugares justo después del siniestro», añadió el jefe del Gobierno haitiano, que trabaja en condiciones precarias, pero que, según Preval, «debe aportar el liderazgo que nuestra gente espera». En este sentido, el primer ministro, Jean-Max Bellerive, sostiene que los haitianos podrán dirigir los esfuerzos para reconstruir Haití, aunque para ello necesitarán un «apoyo masivo» y a largo plazo de la comunidad internacional. «La mayor prioridad ahora es satisfacer las necesidades vitales de las víctimas, dar comida y agua, refugio y atención médica» para 400.000 desplazados.
Una portavoz del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas indicó ayer que cada día llegan más medios al país caribeño, aunque Josette Sheeran reconoció que, a pesar de todo, será necesario acelerar la llegada del auxilio antes de que arribe el 'invierno' caribeño.