Esperanza Aguirre da una tregua a Rajoy y ensalza su liderazgo

Intercambio de piropos, complicidades sotto voce y sonrisas. La actitud que mostraron ayer Mariano Rajoy, Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón, que compartieron mesa en el Foro del PP de Madrid, dista mucho de la recurrente guerra sin cuartel que han protagonizado a lo largo de los últimos años la presidenta de la Comunidad madrileña y el alcalde de la capital, con el presidente de los populares como juez.

Aguirre dedicó a Rajoy un taxativo «tenemos confianza en ti». Una frase que confirma el armisticio político que ambos habrían firmado el pasado diciembre, durante la cena de Navidad del PP madrileño. Las alabanzas fueron más allá. Aguirre se congratuló de la «buena forma» de Rajoy. Un estado de gracia que, según la 'lideresa' de los populares de Madrid, se traduce en respuestas «rápidas» y «certeras» ante los desaciertos de José Luis Rodríguez Zapatero.

La presidenta madrileña enfatizó que todo el PP regional trabajará «a pico y pala» por llevar a Rajoy a La Moncloa. Eso sí, 'coló' entre tanta lisonja un recordatorio estadístico de gran calado interno, y trajo a colación que el PP de Madrid pretende «seguir siendo» la organización regional que «más votos aporte» al partido a escala nacional.

En una línea similar, Alberto Ruiz Gallardón advirtió de que el PSOE intentará librar en 2011 y en 2012 la «batalla de Madrid», pese al momento dulce de los populares tanto en la ciudad como en la comunidad autónoma. Un PP que, recalcó, debe seguir por la senda del «centro, reformista y liberal» que marcó en su día Mariano Rajoy. El líder de los populares correspondió a tanto agasajo con la misma moneda. De Aguirre destacó «la gran labor realizada» y dejó claro que «cuenta con el apoyo de todos»; y de Gallardón, la «excelencia» de su gestión como regidor de Madrid.

Es más, Rajoy adelantó que en 2011 volverán a ser candidatos al Gobierno regional y a la alcaldía de la capital. Un anuncio extraoficial, pero que confirma que el líder del PP no cuenta, al menos hasta después de las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2011, con ninguno de esos dos pesos pesados para su proyecto nacional. Aguirre y Gallardón, por su parte, se limitaron a guardar las formas, sin muchas alharacas. La tensión se ha rebajado, pero sigue abierta la herida del expediente de expulsión que reclamó Aguirre contra Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid. Precisamente, ambos protagonizaron la anécdota más significativa del desayuno.

El primer orador fue Gallardón que, tras su última frase, abandonó el atril. Cuando se sentó junto a Aguirre y Rajoy, la presidenta madrileña le dijo: «Me tenías que haber presentado». «Pues nadie me ha dicho nada», respondió el alcalde que, tras unos segundos de incertidumbre, se levantó y tomó la palabra para decir: «Me ha dicho Esperanza que tengo que presentarla, cosa que hago con mucho gusto.».