El futuro del A400M sigue en el aire
Airbus supedita la carga de trabajo al futuro del avión militar que, de salir adelante garantiza el empleo en las plantas de Puerto Real y El Puerto La Bahía mira con preocupación a Berlín donde se ha vuelto a suspender la negociación del proyecto
Actualizado: GuardarAlemania sigue sin dar su brazo a torcer. Es el único de los seis países compradores y miembros de la dirección del consorcio aeronáutico EADS que le pone trabas al A400M. Ayer mismo se celebró el segundo encuentro formal en Berlín que se suspendió sin alcanzar un acuerdo. Y mientras tanto, la preocupación aumenta entre los trabajadores de las plantas de Airbus de la Bahía conforme se va acercando la fecha límite -el próximo domingo-.
Ayer mismo se filtraba entre los trabajadores el plan de trabajo de la dirección para este y el próximo año. De salir adelante, el avión militar garantizaría el empleo de las plantas de Puerto Real y El Puerto a costas de varias recolocaciones por el descenso temporal de la carga de trabajo.
Así lo manifestaron fuentes del comité de empresa de ambos centros, que mostraron ayer confianza en el futuro acuerdo aunque no ocultaron su preocupación. El plan provisional contempla el mantenimiento de los casi 800 empleos de las factorías de Airbus, aunque no descarta traslados a otras plantas. Serían en torno a unos 70 este año y otros tantos el próximo, todos de la fábrica de Puerto Real, que está a la espera de la entrada en producción del A350, el nuevo avión de pasajeros de la compañía.
La fórmula no es nueva. Ya está contemplada en el convenio colectivo y forzaría la incorporación de los operarios gaditanos al resto de factorías que se que encuentran repartidas entre Sevilla, Illescas (Toledo) y Getafe. El plan provisional de la empresa en medio de la negociación por el A400M no ha sorprendido a los miembros del comité interempresas, que lo ven razonable. Ya el año pasado el anuncio de un expediente de regulación temporal de empleo abrió la confrontación con la dirección, que finalmente dio su brazo a torcer y aceptó las condiciones del convenio.
Pero el futuro trazado por los responsables españoles de Airbus se podría venir abajo si el proyecto del avión militar se termina enquistando. El Centro Bahía de Cádiz de El Puerto, adscrito a la división militar de la compañía, ha colaborado con la planta de San Pablo en partes como la proa, las alas o los sistemas. También se ha encargado de de la cubierta de los motores y los elementos de chapistería.
Soluciones sobre la mesa
La sesión celebrada ayer en Berlín no resultó nada alentadora. El encuentro entre los siete países interesados -España, Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Turquía y Luxemburgo- tuvo lugar después de que fracasaran los dos intentos anteriores de la semana pasada para buscar una solución al aumento de 11.000 millones de euros de los costes para la producción del aparato.
El consorcio aeronáutico ha ofrecido hasta ahora asumir 6.000 millones del gasto suplementario y ha propuesto que los gobiernos interesados se hagan cargo de los 5.000 restante. Las salidas que deja esta opción son mínimas: Poner el dinero o recibir un pedido menor por el mismo importe. Hasta ahora todos los países se han mostrado receptivos a las soluciones propuestas por la directiva, excepto Alemania, cuyo ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg dejó claro el pasado viernes que «no aceptará menos aeronaves de las pactadas».
Mientras tanto, la factoría de San Pablo se prepara para la construcción de las unidades de prueba que quedan por fabricar y última los detalles para iniciar la producción. El ambiente es de confianza tras el primer vuelo el A400M el pasado diciembre, según apuntaron fuentes de la planta sevillana.
Y a la espera del próximo encuentro que se retoma hoy, los ministros españoles Carme Chacón y Miguel Sebastián (Defensa e Industria) confían en mantener el programa y en la receptividad de todos los países compradores.