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Deshojan la margarita

Ya no se separan. La revista 'People' desmentía ayer la ruptura que dio por hecha un rotativo británico el día anterior. Asegura que entre Pitt y Jolie «todo está bien»

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Andan Angelina Jolie y Brad Pitt deshojando la margarita. Me separo, no me separo... El domingo era sí, ayer no y mañana ya veremos. El runrún de la crisis se lleva escuchando meses, que si el actor corre a contarle sus penas a Jennifer Aniston, su ex, que si Jolie ha pasado a mayores con su profesor de interpretación... Cuánto de verdad hay en todo esto solamente ellos lo saben. Y no sueltan prenda, como si con ellos no fuera el asunto. El domingo el rotativo británico 'News of the world' se aventuraba dando por hecha la separación y hasta daba detalles de cómo se iban a repartir la cuantiosa fortuna -322 millones de dólares a partes iguales- y a los niños -tres biológicos y otros tantos adoptados-. Y ni por esas salieron ellos a decir esta boca es mía.

Seguían mudos ayer, cuando la revista estadounidense 'People' negaba la mayor. «Todo está bien», declaraba una fuente no identificada -pero en todo caso de la familia o alrededores- a la publicación y aseguraba que todo lo que decía el periódico que levantó la polvareda -incluía un jugoso capítulo de una supuesta infidelidad de Angelina con sábanas negras y juguetitos sexuales- es «totalmente falso». Para darle más credibilidad a la teoría de que no se separan esta misma fuente cuenta que el pasado 2 de enero la pareja más envidiada de Hollywood se fue a cenar a un restaurante francés. «Parecía como si quisieran pasar tiempo a solas. Fue fantástico ver a una pareja tan enamorada». Hay que reconocer que este episodio queda un pelín pobre comparado con el de la supuesta noche loca de Jolie que apuntaba el diario británico, pero tiene el valor de que es la última versión.

Así que mientras ninguna revista diga lo contrario, los 'Brangelinos' siguen siendo uno solo. Aparecen juntos siempre que pueden, de la manita y enseñando dientes, pero sus respectivos trabajos les obligan a poner tierra de por medio cada dos por tres. Parece ser que el distanciamiento es sólo físico y que el resto es fruto de la imaginación de los de la ligera pluma rosa, que tienen ganas de hincar el diente a la que sería la separación más sonada en mucho tiempo. Aunque, si como aventuraban el domingo, la ruptura iba a ser supuestamente de común acuerdo y tan civilizada da mucho más de sí seguir contando las supuestas historias de cuernos.