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El dirigente y portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, es acompañado por las fuerzas de seguridad durante su última detención el pasado mes de octubre. :: AFP
ESPAÑA

Garzón procesa de nuevo a Otegi y a siete dirigentes más por resucitar a Batasuna

El juez sostiene que la plataforma Bateragune actuaba a las órdenes de ETA sin «margen de independencia»

R. GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

Baltasar Garzón ordenó ayer el procesamiento del ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, el ex secretario general del sindicato LAB Rafael Díez Usabiaga y seis dirigentes más de la izquierda 'abertzale' por pertenencia a ETA, una filiación acreditada, según el juez, en el intento de reflotar la ilegalizada Batasuna a través de la plataforma Bateragune (todos juntos). El instructor decidió no encausar al también dirigente Rufi Etxeberria por «la inconsistencia de los indicios en su contra».

Después de un prolijo relato de los hechos condensado en 70 páginas, Garzón resuelve que Bateragune «o comisión de coordinación o dirección de la izquierda 'abertzale'» es un órgano «dirigido y controlado por ETA» para desarrollar «los proyectos de la organización terrorista». Esa actividad, según el escrito del juez, se desarrolló de marzo al 13 de octubre del año pasado, cuando fueron detenidos en un local del sindicato de la izquierda 'abertzale' de San Sebastián. La investigación policial ha acreditado, afirma el juez, que los imputados tienen «ningún margen de independencia» respecto a las órdenes y programas «políticos» de ETA.

Garzón llega a esta conclusión a partir de los documentos incautados a ETA, las vigilancias y seguimientos policiales realizados a los acusados, los informes incautados en los registros practicados y las declaraciones de los imputados, «especialmente las de Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga».

Además de estos dirigentes, están procesados Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar, Patxi Zabaleta; Sonia Jacinto, apoderada del Partido Comunista de las Tierras Vascas-EHAK; Arkaitz Rodríguez, portavoz de la plataforma en contra del tren de alta velocidad, detenido en 2003 como miembro del aparato de captación de ETA y ex miembro de Jarrai; Amaia Esnal, ex concejal de la localidad guipuzcoana de Urnieta; José Luis Moreno ex concejal de Herri Batasuna en el municipio navarro de Burlada y delegado sindical de LAB; y José Manuel Serra, miembro del equipo de comunicación de Batasuna. Todos están citados en el juzgado número cinco de la Audiencia Nacional el 10 de febrero próximo para prestar declaración.

Treguas

Garzón sostiene en su auto que Otegi era el máximo responsable de este nuevo trasunto de Batasuna y que, entre sus tareas, figuraba «conseguir treguas encubiertas» de ETA limitadas al País Vasco y Navarra, no en el resto de España, para facilitar las relaciones con otras fuerzas nacionalistas y de la izquierda 'abertzale' «contrarias a la violencia» para formar un «polo soberanista». Estas organizaciones, según el auto, serían Eusko Alkartasuna, Aralar, «sectores» del PNV y el sindicato nacionalista ELA. Aunque el objetivo principal de la operación era atraerse y fagocitar a Eusko Alkartasuna, formación a la que se menciona en los documentos incautados como 'Hostoa' y a su logotipo 'La Hoja'.

La organización terrorista, prosigue el escrito del juez, decidió «a comienzos de 2009» que el papel de «referente político principal» fuera Bateragune. Se quedó así fuera de escena Batasuna ya que, como se recoge en el auto, «desaparece cualquier cita o referencia» a la formación ilegalizada en 2003 por el Supremo de todos los comunicados y comparecencias de la izquierda 'abertzale', salvo en Francia. Una de las conclusiones de ETA tras el fracasado proceso de paz de 2006 es que con Batasuna hay que «hacer karpeta y pasar Bateragune», una estructura que existía desde 2003 como «comisión política», pero con una presencia muy limitada.

La izquierda 'abertzale', sin embargo, siempre ha tratado de presentar a Bateragune como un proyecto autónomo, fruto del debate y de la reflexión interna para intentar participar en las instituciones democráticas.