Economia

Guerra abierta entre la banca y los 'señores del ladrillo'

La Asociación Hipotecaria afirma que algunos promotores e inmobiliarias no pueden asumir el pago de sus créditos millonarios

MADRID. Actualizado: Guardar
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La banca dice «basta» a la insaciable demanda de crédito de las empresas del ladrillo, hundidas en la peor crisis de su historia.

Tras casi dos años de refinanciaciones cada vez más caras para activos cada día menos valiosos, bancos y cajas se plantan. No prestarán más dinero a promotores y constructores porque, aseguran, éstos no van a poder pagar siquiera los intereses de sus créditos y eso pone en peligro el 'rating' de las entidades y hasta al riesgo país. Ese fue el contundente mensaje lanzado ayer por Santos González, presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), en pleno XXVIII Coloquio Nacional de la patronal de los promotores (Apce).

En el sector financiero ya hay voces que insinúan una segunda oleada de quiebras. Antes de que eso suceda, Santos González ha sentado las nuevas bases de la relación entre dos partes condenadas a entenderse, pero cuya relación se ensombrece por momentos.

González apuntó que la solución (los promotores adeudan 325.000 millones a la banca, con unos intereses de unos 15.000 millones) «pasa por algo más complejo que echarle la culpa al sector financiero». «Las refinanciaciones futuras están comprometidas, no se pude hacer borrón y cuenta nueva», dijo.

El presidente de la AHE (hasta hace poco responsable del negocio hipotecario del Banco Santander) lanzó un mensaje de atención al afirmar que gran parte del dinero destinado a reestructurar el sistema financiero servirá en realidad para rebajar «la presión del crédito inmobiliario». «El futuro no va ser mucho mejor», por lo que dar salida al 'stock' de pisos de manera más o menos rápida, aclaró, no servirá para resolver el verdadero problema, centrado en riesgo de liquidez del sistema.

Banco malo

Para ello, González hizo un llamamiento al Gobierno y a organismos como el Instituto de Crédito Oficial o el Banco de España para que tomen decisiones urgentes. En el negocio hipotecario se empieza a ver aconsejable la creación de un 'banco malo' de activos inmobiliarios. Y es que casi la mitad de los 325.000 millones de deuda corresponde a créditos por solares, muchos de ellos sin ningún atractivo y comprados a precio de oro en pleno 'boom'. En definitiva, sacar de los balances de las entidades los 'ladrillos tóxicos'.

José Manuel Galindo, presidente de la APCE, no fue menos vehemente y advirtió a los eventuales compradores de casas que las ofertas que hacen bancos y cajas (con los pisos que se han quedado de los promotores o los clientes que no pagan) «no siempre se traducen en buenas compras». Galindo siempre ha reprochado la competencia 'desleal' de la banca al rebajar hasta un 40% unos pisos que, advirtió, en realidad suelen ser de baja calidad.

El promotor defendió a un sector que -una vez superada la crisis, supondrá un 7% del PIB, dijo- y reclamó una vez más al Ejecutivo «medidas estructurales» de apoyo.

Galindo aseguró que el verdadero problema es que el grifo del crédito está completamente seco. Rafael Fernández, presidente de la patronal de productos de la construcción (Cepco) fue más allá al concluir que «si para normalizar el sector deben quebrar constructoras también deberían quebrar bancos y cajas, porque han contribuido a dibujar el actual panorama».