La ingenuidad de los escuderos caribeños del maestro Rousseau
Actualizado: GuardarAquí el arte naif o primitivismo nunca ha tenido muchos adeptos y, quizás por ello, sea un gran desconocido para la mayor parte de la población. Explicar en qué consiste es bastante sencillo. Basta con recurrir a su significado en francés -'naif' significa 'ingenuo' en el idioma galo- para saber que esta corriente artística se caracteriza por la ingenuidad y espontaneidad. El autodidactismo de los artistas, los colores brillantes y contrastados, y la perspectiva científica captada por intuición son otros de sus atributos. Todas esas peculiaridades hacen que, en muchos aspectos, las obras recuerden al arte infantil.
El artista naif más representativo es Henri Rousseau (Laval, 1944-París, 1910). Conocido como 'El aduanero' por haber trabajado varios años como guardia fronterizo, hoy está considerado un genio, pero durante un largo tiempo su trabajo llegó a dividir a los intelectuales franceses. Unos hablaban de ignorancia pictórica, mientras otros resaltaban su potencial expresivo.
Lejos de ser un obstáculo, algunos consideran que la pobreza de Haití ha colaborado en la promoción de esta corriente. «No es extraño (...) que el arte primitivista haya sido practicado primordialmente por pintores marginales -campesinos, guardias, mineros, mecánicos, obreros- ni que refleje una ingenua visión del mundo por medio de una representación cándida y simple. El arte naif carece de teoría y, por lo tanto, no puede aprenderse ni enseñarse», explica el crítico colombiano Eduardo Serrano en su libro 'Noe Leon' (El Sello Editorial, 1999).