Anticipar la nostalgia
Actualizado:Los españoles más jóvenes, que en mi caso son casi todos, se acordarán de esta época de crisis con pesar, no sólo por los bienes perdidos, sino por los males, que no paran de crecer. Los políticos más dados a la futurología saben que en vista de los datos actuales pueden convertirse en videntes contemplándolo todo negro. Rodrigo Rato, al que algunos han otorgado el rango de salvador, augura déficit en las pensiones en sólo 12 años y reclama alargar la vida laboral y frenar las prejubilaciones. Cuando se dispara el coste de la deuda siempre son los mismos los heridos y los muertos. Tiene una gran puntería, pero no distingue entre nacionalidades sino entre clases. La prueba es que cerca de 80 millones de europeos viven en la miseria, que es un sinvivir o un sincomer, circunstancia que dificulta mucho hacer la digestión. Por eso se ha declarado 2010 'Año europeo de la lucha contra la pobreza y la exclusión social». Y por eso digo que tendremos, o más bien que tendrán, nostalgia de ese tiempo difícil quienes lo atraviesen.
Sobre todo si son jóvenes o inmigrantes. La nostalgia, según Juan Ramón Jiménez, tiene algo que ver con los ocasos del alma, exige una cierta perspectiva. Es un sentimiento que por mucho que hospedemos siempre nos parece un intruso que se ha colado sin permiso en el corazón. A veces no invade con anterioridad al hecho que la suscita y por eso llevaba razón el que dijo que el mejor momento del amor es el de subir las escaleras. Claro que a condición de que ella no viva en un décimo piso. ¿Tendrán nostalgia de España los inmigrantes que ahora estamos deseando largar sin agradecerles los servicios prestados? No es improbable, porque suele confundirse con la biografía de cada uno. Quién lo probó lo sabe.