Campaña permanente
Actualizado: GuardarLos partidos políticos han activado ya la fase de ‘campaña permanente’. El ambiente es de extrema tensión, de estrategias decididas y calculadas al milímetro en busca del voto perdido y de asegurar los feudos, con especial atención a los epicentros más sensibles, los que pueden proporcionar vuelcos electorales. Aunque queda año y pico para la cita de las municipales, dado su implícito carácter de ‘primarias’ de las generales e incluso de las andaluzas, ya nada es casual o inocente. Por ejemplo, el Partido Popular ha concentrado en Jerez este fin de semana su fuerza de choque, en la ‘Escuela de Invierno’, con Soraya Sáenz de Santamaría al frente, lo que viene a indicar la importancia que dan a la ciudad, donde creen contar con serias posibilidades de que María José García Pelayo se haga con el bastón de mando, ante el deterioro electoral de Pilar Sánchez, la alcaldesa que logró para el PSOE la mayoría absoluta y una de las pocas grandes ciudades que detenta en Andalucía. La batalla por Jerez se plantea cruda, y no sólo por razones obvias, sino también por el peso específico que reviste de cara a la presidencia de la Diputación Provincial, donde Paco Cabaña tendrá que hacer muchas cuentas. Hay, en cambio, en el PP dudas sobre si podrá retener la alcaldía de El Puerto de Santa María, pues existen encuestas poco alentadoras, y también incertidumbre por el posible avance en San Fernando, a pesar de que el PSOEse mueve con pies de plomo en las críticas contra el vulnerable andalucista De Bernardo por tal de no favorecer a los populares. Otro punto caliente será La Línea, donde el PSOE cree tener una opción tras la salida de Juárez, a quien el PPmantuvo a su pesar porque le daba una cierta ‘chance’ de cara a la Diputación. Sin el controvertido personaje, el cambio de signo se ve posible.
Sin embargo, y pese al optimismo oficial, publicado y publicitado, tras la encuesta del IESA, en el PP se hace una lectura interna bien diferente: los datos han sido ‘cocinados’ con esa ventaja para que el PP se confíe y el PSOE se movilice. La interpretación es curiosa y da idea de cuánta representación, o manipulación, hay en la manera de hacer la política. No sé si será cierta, aunque en el propio PSOE se han mirado las tablas al derecho y al revés y nadie sabe de dónde sale el porcentaje del 43,2% que el barómetro da a Arenas, pero la verdad es que estos ‘efectos secundarios’ ya se notan:aumenta la afluencia de militantes a los actos de partido; se detienen las guerras internas y la ‘primavera caliente’ se ha enfriado; los cargos públicos, que no se habían reunido hasta ahora, celebran sesiones y se ponen las pilas, y los parlamentarios presionan cuanto pueden al Gobierno central para desbloquear asuntos atascados, para presentar resultados ante los electores. Incluso se habla de la existencia de una secuencia muy decidida de grandes anuncios de proyectos importantes para las distintas provincias andaluzas que se darán a conocer gota a gota.
Los políticos se lo van a currar, pues, en un largo ‘sprint’ final, porque saben que la gente votará según tenga el bolsillo. Queda Cádiz capital, sí, pero, como dice el cuento, esa ya es otra historia.