Cristiano acapara el protagonismo
El portugués se reencuentra con el gol y se autoexpulsa en otro partido muy gris del Madrid ante un Málaga que fue de más a menos
Actualizado:Cristiano Ronaldo es mucho en este Real Madrid. El único futbolista que anima a ver al equipo y el único capaz de decidir por sí solo, más para bien que para mal, aunque al igual que le ocurrió frente al Almería, Cristiano también se encargó de sacar la cruz ante el Málaga. Gracias al portugués, el Real Madrid cerró la primera vuelta de la Liga con pleno de victorias en el Bernabéu y a sólo cinco puntos del Barça.
El partido comenzó tan mal para el Madrid que Casillas debió salvar en la línea un cabezazo hacia atrás de Xabi Alonso que se estrelló en el larguero cuando el donostiarra intentaba despejar un remate de Duda, que puso en muchas dificultades a la defensa blanca. Con aglomeración de jugadores del Málaga en el medio campo, el Madrid, otra vez excesivamente lento, sin profundidad, y Lass y Xabi juntos sin la compañía de Marcelo, que se cayó del once, no encontraba la salida. Intentaba disponer del balón, pero el Málaga mantenía el tipo, y con algo de pegada arriba los de Muñiz habrían dado un disgusto antes de la media hora de partido.
Los blancos fueron cayendo en una situación de apatía peligrosa y no sólo dejaron de pisar el área contraria, sino que empezaron a pasarlo mal en defensa. Las ráfagas ofensivas de los primeros minutos se habían apagado, el equipo no se movía ni abría el campo y Cristiano, compañero de Benzema en el ataque, se desesperaba. Había vuelto el equipo aburrido sin fútbol. Guti, que al final participó en los dos goles, intentaba decidir con balones en profundidad, pero eras 'flashes' intermitentes, y el Málaga fue sobreviviendo. Hasta que Cristiano decidió que era el momento de acabar con tantísimas dudas.
Agresión de Cristiano
Con la victoria prácticamente asegurada, Pellegrini debió retirar en el descanso a Garay, con una lesión muscular, y sacar a Marcelo para llevar al brasileño al lateral derecho, a Sergio Ramos al centro y cambiar a Arbeloa a la derecha, y pese a que el partido comenzó a ser dominado con claridad por el Málaga , la defensa local no sufrió atrás. La lástima para la afición era que su equipo estaba totalmente apagado de medio campo hacia delante. Decidió que le iba a servir con aguantar al Málaga en el centro del campo y no dejar desasistido a Casillas. Además, el Málaga había perdido demasiado fuelle y no llegaba con efectivos suficientes. El Madrid no tenía prisas, aunque el fútbol fuese un peñazo y el equipo ya no crease ni una ocasión de gol.
Caminaba el partido por una fase insulsa cuando Cristiano se encargó otra vez de animarlo. Agarrado por Mtiliga en su propio campo, al portugués se le volvió a ir la cabeza como le ocurrió ante el Almería. No podía zafarse Cristiano del defensa y soltó un primer codazo atrás, hasta que el segundo impactó con fuerza en la cara del danés quien sufre una fractura del tabique nasal como consecuencia del golpe del portugués. Todavía se quejó ante Pérez Lasa de los agarrones de Mtiliga y no entendía la expulsión por esa agresión que ha roto la nariz a Mtiliga y le mantendrá cerca de un mes de baja. El caso es que dejó a su equipo con diez más de 20 minutos por jugar.
Sin embargo, no hubo emoción porque el Madrid no se dejó sorprender. Intentó dormir el partido y le salió bien. Para algo están la clase y la experiencia, aunque el aburrimiento fue insoportable, hasta que un remate de Granero ya casi al final despertó al público y propició otro paradón de Munúa.