Bahía Sur cuenta ya con la visera más vanguardista

Los trabajos comenzaron a las siete de la mañana y hasta las seis y media de la tarde no se finalizaron. Un esfuerzo titánico ante una de las estructuras más características para el Bicentenario. El estadio de Bahía Sur, que ha pasado a denominarse Estadio Iberoamericano 2010, cuenta ya con su visera de diseño vanguardista, la primera de este tipo que se instala en un estadio de fútbol en España y con un coste de 700.000 euros. La cubierta es obra de la empresa Lanik, autora también de la Caja Mágica de Madrid y de la nueva estación de Renfe de Bahía Sur.

La estructura cuenta con 94 metros de luz libre entre los pilares y una altura máxima de 22 metros, aunque la cubierta en sí va situada en su parte inferior, a 13 metros del suelo, y consiste en un panel sándwich que va atornillado a los perfiles metálicos de la estructura, y que permitirá a los espectadores de la tribuna estar a salvo de las inclemencias meteorológicas.

De esta manera se continúa con las labores de reforma del estadio que gracias a la visera cuenta ya con una imagen llamativa al ser vista desde diferentes puntos de la ciudad.

Aún así, a la instalación deportiva le queda todavía un duro trabajo para estar a punto para finales de marzo, fecha en la que se realizarán las primeras competiciones en el equipamiento de carácter universitario.

La zona de los vestuarios tan sólo está a la espera de los revestimientos. Un espacio que contará también con sala de médicos, de premios, para la detección de sustancias prohibidas, aseos, reprografía e incluso un lugar para llevar a cabo las ruedas de prensa.

En lo que se refiere al exterior, el espacio que se ubicará entre la visera y la tribuna será ocupado por unos habitáculos prefabricados para la zona de jueces y de invitados, pero no se colocarán hasta final de mes igual que la nueva pista de atletismo y todo los equipamientos deportivos.

Aunque, el estado del estadio no parece haber cambiado mucho con respecto a unos meses, desde el equipo técnico de la obra se asegura que se llegará a tiempo para albergar las competiciones que tendrán lugar a finales de marzo en la ciudad, tan sólo unos meses antes de su bautizo de fuego en los Juegos Iberoamericanos.