Straw justifica la guerra por la falta de colaboración con Sadam
El ministro de Justicia de Blair reconoce que fue un error aceptar los informes falsos sobre la capacidad de Irak de atacar a Occidente
LONDRES. Actualizado: GuardarEl ministro británico de Justicia, Jack Straw, afirmó ayer que pudo evitar la participación británica en la invasión de Irak porque su oposición hubiese minado la posibilidad de que el Gobierno de Tony Blair lograse una mayoría parlamentaria apoyando la guerra. Pero la apoyó en base a lo que conocía entonces. Straw, el primer miembro en activo del Ejecutivo que comparece ante el panel de la investigación sobre Irak que comenzó su tarea el pasado noviembre, explicó que, aunque era consciente de su poder, respaldó «renuente» la operación, en lo que calificó como «una decisión política y moral profundamente difícil».
El que fuera ministro de Exteriores en el período anterior y posterior a la invasión afirmó también que publicar, en un informe gubernamental sobre armas biológicas, químicas y nucleares en Irak que Sadam Hussein podía desplegarlas en 45 minutos, fue «un error que nos ha perseguido desde entonces».
La investigación es la quinta, y la más completa, que estudia aspectos de la decisión británica de participar en la guerra de Irak y ha confirmado lo que revelaron otras informaciones y encuestas: que el dato sobre los 45 minutos -proveniente de una fuente de inteligencia luego desacreditada- se refería al tiempo necesario para desplegar municiones o morteros en el campo de batalla y no para lanzar un misil.
Mejor secreto
Buena parte de la sesión se centró en la exploración de las gestiones diplomáticas tras la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la Resolución 1441 -en la que se exigía a Hussein el cumplimiento del desarme dictado al fin de la primera Guerra del Golfo-, en la actividad de los inspectores internacionales y su compatibilidad con los planes militares.
El profesor de estudios militares, Lawrence Freedman, buscó la confirmación por el ex ministro de que no se podía dar tiempo a los inspectores de Hans Blinx porque la invasión estaba planeada por los mandos militares americanos para marzo de 2003 y los gobiernos no podían alargar los plazos sin dañar la disposición de las tropas. Straw se aferró a la idea de que los informes de Blinx mostraban que Hussein no cooperaba.
El testimonio de Jack Straw llega tras la comparecencia en los últimos días de cargos importantes de la administración Blair, como su jefe de Gabinete, Jonathan Powell, su director de comunicaciones, Alastair Campbell o el ex ministro de Defensa, Geoff Hoon. Sus testimonios han recorrido áreas ya conocidas de la actuación del Gobierno.
Ayer, el ex ministro de Exteriores se negó incluso a hablar de sus posibles diferencias con Blair, alegando que eso lo tendría que contestar el ex primer ministro y lamentó que la sesión fuese pública para evitar expresarse sobre la correspondencia entre Blair y George W. Bush.
La próxima semana será el turno del abogado general, y del propio Tony Blair, sobre cuya comparecencia hay expectación.