Sigue sin localizarse al pasajero que causó el cierre del aeropuerto de Múnich
Su ordenador portátil activó los detectores de explosivos y provocó el caos durante tres horas
BERLÍN. Actualizado: GuardarLa policía alemana no ha podido localizar al pasajero que el miércoles provocó el cierre del aeropuerto de Múnich al llevar consigo un ordenador portátil que activó la alarma de los detectores de explosivos. No obstante, un portavoz de la Policía Federal subrayó ayer que el hombre no está bajo sospecha alguna. El incidente, que ha puesto en entredicho el sistema de seguridad del aeropuerto, se produjo el miércoles hacia las 14.30 horas cuando un pasajero, cuyo ordenador portátil había activado los detectores, desapareciera en la zona de embarques del aeropuerto antes de poder ser registrado a fondo.
Según informó un portavoz, el hombre desapareció en la zona de embarque antes de que la policía pudiera detenerlo, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a cerrar buena parte del aeropuerto .
Tres horas después y tras registrar uno a uno a todos los pasajeros que se encontraban en los dos niveles de la terminal afectada, la policía dio la orden de reabrir el aeropuerto , sin dar con la persona en cuestión. Un portavoz indicó que no se puede excluir que la alarma fuera errónea, pues las partículas que detectan estos aparatos no sólo se encuentran en material explosivo. Tampoco puede excluirse que el hombre ni siquiera se diera cuenta de que había problemas, pues nada más pasar el control, cogió su ordenador y salió con rapidez hacia la zona de despegues. «Partimos de la base de que el hombre ni siquiera se dio cuenta de que queríamos hacer un segundo control del ordenador», explicó el portavoz.
En un principio se sospechó que el pasajero, de unos 50 años y con aspecto de hombre de negocios, había tomado un vuelo hacia Madrid que salía en ese momento, pero la policía española no lo localizó al controlar el avión en Barajas.
El jefe del sindicato de la policía de Baviera, Harald Schneider, calificó el incidente de «inexplicable». «Me resulta inexplicable cómo alguien pudo saltarse el control y desaparecer así sin más con su ordenador portátil», dijo ayer Schneider en declaraciones a la radio pública bávara.