«Estos médicos me han salvado la vida»
Un problema esofágico impedía tragar a Mariano Galán hasta que fue intervenido con una técnica pionera en Andalucía Un paciente del Hospital de Jerez, operado de una patología rara, dio las gracias ayer a los sanitarios
JEREZ.Actualizado:Mariano Galán no pudo evitar ayer las lágrimas al agradecer al Hospital de Jerez su esfuerzo por acabar con la patología esofágica que no le dejaba vivir. El suyo era uno de esos casos denominados raros: un divertículo en el esófago, una especie de bolsa que crece y crece, no dejaba que los alimentos pasaran al estómago y hacía que su vida corriera peligro.
«Fui a importantes clínicas privadas de fuera y me desaconsejaron la operación porque corría peligro mi vida. Pero así no podía comer, ni trabajar ni vivir», aseguró ayer este paciente sanluqueño que encontró la solución a su problema de salud en el sistema sanitario público. «Yo no busco protagonismo, sólo quiero que se sepa que hay grandes profesionales en el Hospital de Jerez que luchan por salvar y mejorar nuestras vidas y muchas veces no lo sabemos», dijo. Por eso, Mariano organizó un acto de agradecimiento que tuvo por homenajeados al director del centro sanitario, Manuel Herrera; al anestesista, Fernando Rodríguez; al doctor Francisco Mateos (ausente por encontrarse fuera de la ciudad en un congreso, por lo representó el doctor Medina); al jefe de oftalmología, Enrique Molina; y a todo el equipo humano que participó el pasado mes de noviembre en la compleja intervención practicada a este paciente.
Innovadores
Cuando los especialistas del Hospital de Jerez recibieron el caso de Mariano Galán se pusieron manos a la obra, puesto que sólo aparece un paciente con este problema cada seis o siete años. Los profesionales, atentos a todas las innovaciones médicas, sabían que ya se había practicado una operación en Amsterdam (a cargo, además, del doctor español Miguel Ángel Cuevas) que consistía en un abordaje combinado torascópico -en posición boca abajo y laparoscópico, cuya novedad radica en la colocación del paciente. En total, la operación duró cuatro horas.
«Estos médicos me han salvado la vida porque yo no quería seguir viviendo en aquellas circunstancias. Ya estoy trabajando de nuevo», explicó el sanluqueño, que aseguró que siempre llevará esta vivencia «grabada en el corazón».
Tras la intervención, Mariano -que tenía un divertículo de seis centímetros de diámetro del tercio inferior del esófago y padecía dificultades para tragar y respirar, además de dolor- estuvo cuatro días en la UCI y el quinto fue dado de alta. Era la primera vez que se practicaba esta intervención en Andalucía. «Los médicos cumplen con su trabajo y la motivación que les dan estos actos es estupenda», dijo por su parte el director del hospital, Manuel Herrera. Desde el caso del sanluqueño, hace apenas dos meses, los especialistas no han vuelto a recibir a otro paciente que necesitara la extirpación de un divertículo esofágico.
Cuando el Servicio Andaluz de Salud (SAS) dio a conocer el pasado mes de diciembre, el doctor Mateo explicó que la utilización de la posición prona para la cirugía toracoscópica del esófago tiene una doble justificación. «Por un lado, el peso del pulmón hace que tienda a descender y no moleste en el campo operatorio, evitando el uso de separadores que hace más difícil la cirugía, y por otro, el mínimo sangrado que pueda ocurrir durante la cirugía tiende a caer hacia abajo, no molestando la visión ya que el esófago queda en la parte superior del campo de trabajo». La operación constó de dos partes y cada una de ellas precisaba el cambio de postura del paciente, que es donde está la principal novedad, y se completó con una técnica antirreflujo. La rara enfermedad de Mariano Galán estaba provocado por una alteración funcional de la musculatura del esófago.