![](/cadiz/prensa/noticias/201001/21/fotos/1526974.jpg)
Guardiola gana tranquilidad para el Barça
Anunció su compromiso verbal con el club, pero no negociará su contrato ni lo firmará hasta que llegue en julio el nuevo presidente El técnico continúa para evitar que la plantilla se distraiga con un culebrón
BARCELONA. Actualizado: GuardarSólo cinco días después de asegurar que no era el momento de hablar de su renovación, Pep Guardiola hizo público ayer su compromiso verbal para continuar un año más en el banquillo del Barça y Joan Laporta reveló la «garantía» que se pactó entre las dos partes para hacer efectivo el acuerdo. Aunque existe un borrador con los detalles del futuro contrato, el técnico no firmará nada antes del 1 de julio, cuando el nuevo presidente que sustituya a Joan Laporta tras las elecciones asuma el cargo. Ese día se estudiarán las condiciones. Y hasta ese momento puede pasar de todo en lo deportivo y en los despachos.
Realmente no ha renovado ni han cambiado demasiado las cosas respecto a la pasada semana, pues la voluntad de seguir siempre la tuvo, pero la representación mediática que tuvo lugar en la sala de prensa del Camp Nou, con Guardiola, Laporta y Txiki Begiristain respondiendo preguntas durante cincuenta minutos, obrará el efecto deseado: tranquilizará al entorno. «Hubiera preferido esperar hasta el final de temporada porque pienso que el entrenador del Barça debe ganarse cada día su continuidad, pero una vez eliminados de la Copa he visto que las semanas van a ser muy largas y que cada día se me pregunta a mí, a los jugadores y al presidente por lo mismo. Era una situación incómoda para todos y el hecho de que sea un año electoral condiciona. Había que matar el tema y hoy lo matamos, espero que a partir de ahora sólo se hable de fútbol», explicó con sinceridad Guardiola, acosado desde hace días por Laporta para que firmara.
La jugada del entrenador es, una vez más, maestra. No sólo sigue sin firmar, que uno nunca se sabe lo que se puede encontrar cuando se siente a hablar con el nuevo presidente, sino que tampoco se ha convertido en un arma electoral de Laporta de cara a la candidatura continuista que saldrá de su actual junta. La fotografía del contrato se aplaza para el mes de julio. El final de la comparecencia conjunta ante los medios de comunicación fue algo cómica, con el presidente buscando el abrazo y la mano del entrenador, pensando en las portadas de los periódicos, y el técnico mostrándose algo esquivo con el presidente, también pensando en esas portadas...
El acuerdo sólo es verbal y aunque quedó en el aire si existe una cláusula de indemnización por ambas partes por si al final no se ejecuta el pacto, Guardiola señaló que sólo cobra cuando trabaja, y «el club se ahorraría el dinero». Y deslizó alguno de los problemas que pueden aparecer en lo que queda de temporada: «El club ha trabajado bien y todos mis colaboradores tienen asegurada su continuidad. Sólo falta Tito Vilanova (segundo de Pep), pero eso se arreglará seguro porque si él no sigue, yo tampoco».
'Feeling' con el vestuario
También apuntó que «ahora hay unanimidad» sobre su renovación porque han ganado muchas cosas, pero el día que pierdan «dejará de existir». Como ex futbolista, ironizó con las declaraciones de los jugadores, que se han mostrado partidarios de que siga desde el primer momento: «Un entrenador haría bien en no fiarse de lo que digan sus jugadores. El 'feeling' nunca se sabe cuando comienza a desaparecer».
Sí quedaron claras dos cuestiones: la brevedad del nuevo contrato y las competencias, que se ceñirán al vestuario, como hasta ahora. «Me comprometo por un año porque el entrenador del Barça debe firmar contratos cortos. Y una figura más allá del banquillo no la contemplo. No llegaría a todo». Descartó convertirse en una especie de mánager de la 'Premier' al estilo Alex Ferguson en el Manchester United e incluso afirmó que le encantaría seguir trabajando con Txiki Begiristain, el secretario técnico, que seguramente se irá con Laporta tras siete años.
Laporta calificó el acuerdo verbal como «el octavo título porque el séptimo fue el 2-6 del Bernabéu», llamó a Guardiola «mejor entrenador del mundo» y relató que todo se arregló en una reunión que tuvo lugar el martes por la noche, motivo por el que la rueda de prensa de ayer no se anunció hasta un par de horas antes. Fue una sorpresa porque el asunto olía a culebrón. Y, quién sabe, quizás lo sea a partir de julio.