CERO POINTS

AManolo Escobar llevan toda la vida robándole el vehículo. Así que, ahora, cargado de razones, defiende las descargas de música de internet, porque, según dice: «Son propias del siglo XXI». Con estas declaraciones juveniles, el tonadillero se habrá ganado un bono de cortes de pelo gratis en las peluquerías de la Ciudad Condal. Además de más de un improperio por lo privado de sus colegas de tablado Ramoncín o Víctor Manuel. Lo cierto es que este tema de SGAE se está poniendo interesante para los que escribimos homilías a diario; da que hablar, como Munilla y Belén Esteban. Siempre desde la humildad, pero creo que sería interesante, a tenor de las últimas declaraciones, que los artistas de derechas crearan otra sociedad de recaudación, más liberal, sin cánones ni impuestos. Así, nadie se podría quejar, y el sistema sería de alternancia; si gana el PP las elecciones, cambiamos a la cara 'b' del disco. Independientemente del futuro del tarareo, yo pediría a la Sociedad que vela por los derechos de los autores que actuaran como misión humanitaria en una zona de conflicto. O como marines armados hasta los dientes, me da igual, el caso es frenar el bochorno patrio que se puede provocar si la señora Karmele Marchante va a Eurovisión. A mí no me hacen falta dos piedras para aprender, me basta con una, y ya la tuve hace dos años con un tal Rodolfo. No es que sea yo ni muy patriota ni muy de Eurovisión, las cosas claras, pero soy persona que hace zapping y no me gustaría encontrarme con esa escena en mi plasma. Y menos en plena presidencia española de la UE; la imagen puede ser lamentable. Vamos, si coincide esa misma semana una declaración inapropiada de Zapatero, que podría ser, y la actuación estelar de 'Mónica Mandarina', nos echan de Europa a patadas. Aquí quiero ver yo a los 'templarios' intelectuales poniendo el grito en el cielo y solicitando cordura y solfeo. Pasen buen día.