El comisario Joaquín Almunia comparece junto a la vicepresidenta Elena Salgado en Bruselas . :: AFP
Economia

Bruselas acota las ayudas a las fusiones de las cajas españolas

Las limita al 2% de los activos pero admite que proyectos por encima de ese nivel puedan ser autorizados individualmente

MADRID / BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Madrid y Bruselas han dejado de jugar al ratón y el gato. Las directrices del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria han llegado a la capital comunitaria -nada menos que seis meses después de la aprobación del FROB por el Consejo de Ministros- y el Gobierno acepta que las ayudas a las que podrán optar las cajas de ahorros en sus procesos de integración se limiten al 2% de sus activos ponderados en función del riesgo asumido, frente al 2,5% que defendía. Es la fórmula estándar establecida por el Ejecutivo de la UE. Propuestas con mayor intensidad de apoyos no quedan descartadas, pero habrán de someterse a un examen individual del proyecto.

En Bruselas, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, reconoció que España acaba de hacer llegar su demanda, y expresó su confianza en que la aprobación se lleve a cabo antes de que culmine el mandato de la actual comisaria de Competencia Neelie Kroes. El relevo al frente de esta decisiva cartera lo tomará el hasta ahora responsable de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia. Por mucho que se aceleren los procesos, aunque Kroes facilite su visto bueno al régimen general, quedarán pendientes muchos flecos.

Integración en marcha

Las operaciones de integración en marcha -en particular, la avanzadilla de las entidades catalanas, y excluidas las SIP que no pretenden recabar ayudas públicas- estaban a la espera de este pronunciamiento. Entre las catalanas, la unión de Caixa Catalunya, Caixa Manresa y Caixa Tarragona requiere 1.300 millones de euros, lo que implica, según las fuentes consultadas, del orden del 2,5% de los activos ponderados por riesgo. O la operación ajusta la solicitud de ayudas o se somete a un examen individualizado.

Otras fusiones en curso todavía no han cerrado cuentas, pero empiezan a contemplar la necesidad de un ajuste. Es el caso de las cajas de Girona, Sabadell, Terrasa y Manlleu, o de las castellano-leonesas. Más despejado está el horizonte de la integración de Unicaja y Cajasur. Aprobada por las asambleas la fusión de la malagueña con Caja Jaén, el proyecto ahora en curso no se encuentra condicionado por las limitaciones al FROB, puesto que la solicitud de 1.000 millones de euros -expresada en avales, o con forma de participaciones preferentes- está dirigida al Fondo de Garantía de Depósitos, que se nutre con fondos del propio sector de las cajas de ahorros.

Salgado reconoció, por otra parte, que el Gobierno español y la Comisión Europea todavía no han acordado el interés que habrán de pagar las entidades por el capital recibido. Los distintos formatos de 'ayuda' aplicados por el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero a las entidades bancarias han tenido un coste 'de mercado'.

Los bancos, y sobre todo las cajas, que han hecho uso de los avales del Estado en sus emisiones, han abonado el interés correspondiente, al igual que pagaron su cuota los vendedores de activos. Dirigentes del sector como Miguel Blesa, a punto de abandonar la presidencia de Caja Madrid, no ocultaron su perplejidad por la lentitud del proceso. «Lo cierto es que el FROB no estaba aprobado, cuando pensábamos que sí, y se ha perdido un tiempo notable», aseveró. Y reconoció que le causaba aún mayor sorpresa el hecho de que Bruselas «hubiera detectado la ausencia de datos».

Lo cierto es que dirigentes del sector ya habían encendido las alarmas sobre el agotamiento de los plazos. El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorro, Juan Manuel Quintás, lleva meses advirtiendo de Bruselas «más temprano que tarde» iba a cerrar el grifo de las ayudas, una vez rescatadas las grandes entidades.