Tanto el Ministerio como la Consejería de Pesca de la Junta dieron ayer el visto bueno al inicio de la actividad. :: LA VOZ
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Medio Ambiente da luz verde al calado de las cuatro almadrabas en aguas gaditanas

Esta pesquería artesanal garantizará su viabilidad en el futuro al adquirir «carácter de observatorio científico»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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El futuro garantizado. Eso es lo que parecen tener, tras el enésimo encuentro entre las administraciones con competencias pesqueras en España y Andalucía celebrado en Madrid, las cuatro almadrabas que se calan en aguas de la provincia.

Tanto el Ministerio de Medio Ambiente como la Consejería de Pesca de la Junta de Andalucía dieron su visto bueno, en la tarde de ayer, al inicio de la actividad, incluida la contratación de la mano de obra, en las explotaciones de atún rojo de Tarifa, Barbate, Zahara y Conil.

Aunque no será hasta los próximos días cuando los empresarios del sector conozcan los términos exactos de su nuevo estatus, los intercambios de cupos de pesca con otras especies que podrán realizar o la cuantía de las ayudas y de las cuotas pesqueras para este año. Las dos administraciones ya han garantizado que el futuro de esta pesquería artesanal y milenaria estará vinculado a su «carácter de observatorio científico».

Dicho de otra manera, y según explicó ayer a LA VOZ Diego Crespo, presidente de los almadraberos gaditanos apenas unos minutos después de recibir las primeras explicaciones por parte de los responsables institucionales, las almadrabas gaditanas podrán seguir haciendo lo que han hecho durante toda su historia, que no es otra cosa que pescar, pero sirviendo de paso como campo de estudio científico para la conservación de la especie.

A última hora de la noche de ayer la Junta se apuntaba el tanto de haber cerrado favorablemente las negociaciones con el Ministerio para mantener la actividad y el empleo de la pesquería. El Secretario General del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, lo confirmaba; las almadrabas jugarán en los próximos años «un importante papel de investigación científica» que servirá como soporte para la defensa que realice España en los foros internacionales de pesca del atún rojo.

Aunque parezca una contradicción, la captura tradicional de esta especie «es una fuente de información única para los científicos».

Eso ya lo sabía el SCRS, o lo que es lo mismo, el comité científico permanente de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico, que hace un par de años ya recomendó «la protección especial y la preservación» de las almadrabas como modelo de pesca sostenible» en el mundo.

Pero hacía falta utilizar esa etiqueta. Y ahora se va a hacer. Tras las últimas reducciones de capturas decididas por el ICCAT, la situación era crítica para el sector, y por ende para las más de 400 familias que viven de él de forma directa o indirecta. «Nos garantizan que podemos tirar para adelante, y de momento eso nos basta», aseguran los almadraberos. Sólo falta saber en qué términos.