La Guardia Civil asesta un duro golpe a la pesca furtiva de angulas en el Guadalquivir
Una operación en el río acaba con la denuncia a 26 barcas dedicadas a la captura de esta especie protegida
SANLÚCAR.Actualizado:A ambas orillas del río Guadalquivir, las balsillas de los riacheros se balanceaban ayer cuando las dos patrulleras y las zódiacs de la Guardia Civil pasaban veloces junto a ellas, río arriba, desde Sanlúcar hasta Trebujena.
En esta ocasión, los agentes no buscaban alijos de hachís, ni lanchas fueraborda procedentes de Marruecos. Eran las propias falúas de los pescadores el objetivo de las patrulleras de la Benemérita, que ayer peinaron el río en una gran operación contra la pesca furtiva de la angula de río, una especie en peligro de extinción que tiene en el estuario del Guadalquivir una de las zona más valiosa de cría y freza. Su captura, en cualquiera de sus fases de desarrollo, está prohibida por decreto ley desde el pasado mayo de 2009 y durante los próximos 10 años. Sin embargo, la actividad pesquera no ha cesado en estas aguas hasta ahora, lo que ha generado un polémico enfrentamiento entre la Junta y los pescadores (los riacheros), que exigen que se mantenga la actividad, alegando que se realiza en la zona desde hace siglos.
La Guardia Civil, en cambio, recuerda que en los últimos diez años la población de la especie se ha perdido «en un 88%» en el hábitat del bajo Guadalquivir, «una zona biológica y ecológica muy sensible», explica el Seprona, que recuerda que las redes ilegales usadas para la pesca de angula, al ser de menos de un milímetro de cuadro, también afectan a los inmaduros de otras especies del río. La operación de ayer en el río ha supuesto un duro golpe para este tipo de pesca furtiva, ya que acabó con la retirada de 210 de redes ilegales, y la inmovilización de 26 embarcaciones igualmente irregulares, ya que no cuentan con matrícula, permiso de navegación ni de pesca.