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El FBI, también bajo sospecha

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El FBI, la mítica agencia de investigación estadounidense, está siendo objeto de la más acerada crítica política y mediática por su burda manipulación del rostro de Gaspar Llamazares. Los principales medios estadounidenses se hacían eco ayer con «asombro y horror» del desliz de la agencia, uno de los asuntos destacados en 'The New York Times', 'USA Today' y 'The Washington Post'. La torpeza con la que el FBI, una agencia en la que se supone que el dinero no falta ya que tiene un presupuesto anual de cinco mil millones de euros, ha actuado en este asunto ha puesto de manifiesto su deficiente organización interna y ha avivado el debate sobre los graves fallos que aquejan a la red de inteligencia y la necesidad de reformas estructurales para afrontar con mayores garantías de éxito la lucha contra la amenaza terrorista. Ese es el fondo del asunto.

El FBI es una organización más que centenaria. Nació en 1908 para luchar contra los crímenes contra los Estados Unidos. Luego amplió sus servicios. Atiende más de 20 clases de delitos que la han convertido en la mayor agencia policial del mundo. Tiene su sede en Washington, aunque dispone de 56 oficinas en las que trabajan 32.000 personas y 14.000 de ellas son agentes especiales. Está dirigido por el abogado Robert S. Mueller, elegido directamente por Obama, y con un mandato de diez años. Nada que ver con los 48 años durante los que estuvo en el puesto Edgar S. Hoover, su fundador en la etapa moderna, un tipo que odiaba a negros, comunistas, extranjeros y homosexuales, pese a lo cual sobrevivió en el puesto a siete presidentes. La agencia publica la lista de los diez delincuentes más buscados, entre los que además de Bin Laden, figura el narcotraficante mexicano Eduardo Ravelo y el asesino mafioso James G. Bulger.

Al FBI le cuesta una barbaridad reconocer los errores. Casi nunca lo hacen. Sin embargo, la presión acumulada en los últimos días por el escándalo del retrato robot ha forzado a su dirección a admitir públicamente el fallo, atribuido a un empleado que se bajó la foto de Internet. A causa de la polémica, el FBI ha anunciado que suprimirá las 14 imágenes que crearon sus técnicos hasta que cada foto pueda ser revisada y se compruebe que no quedan rasgos de Llamazares o cualquier otra persona. Su portavoz, Ken Hoffman, anunció que se está revisando a fondo los procedimiento que se siguen dentro de los laboratorios de la agencia para determinar cómo se produjo la elección del rostro del diputado español y la manera de evitar que suceda algo similar en el futuro.