Antidisturbios reprimen un asalto al aeropuerto
PUERTO PRÍNCIPE.Actualizado:Por mucho que el embajador estadounidense en Haití, Kenneth Merten, afirmara en Washington que el incremento del caos y de la inseguridad en Puerto Príncipe «no es algo que sea imposible de manejar», lo cierto es que los brotes de delincuencia aumentan con las horas. Incluso un grupo que se agolpa cada mañana a las puertas del aeropuerto donde se almacena la ayuda humanitaria trató de acceder ayer por la fuerza a las instalaciones, donde se encuentra el campamento instalado por la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECID).
Sin temor a la enorme presencia militar, la muchedumbre intentó acceder al recinto, por lo que las fuerzas antidistubios tuvieron que dispersarlos con gases lacrimógenos. Según la cadena de televisión CNN, tres estadounidenses habrían resultado heridos durante los disturbios.
En declaraciones a la cadena NBC, el jefe de la legación norteamericana admitía que la situación «obviamente, no es perfecta», porque la Policía «está bajo mínimos». Pese a todo, el diplomático sostenía que «las cosas están marchando razonablemente bien». De la misma opinión es el general Ken Keen, comandante estadounidense de la fuerza conjunta, para quien «el grado de violencia que vemos ahora está por debajo de los niveles previos al seísmo».
Pero el peligro de un estallido de una ola de violencia, tanto por necesidad como por mera afición al delito, es evidente después de que los 3.000 reclusos de la cárcel de la capital consiguieran evadirse. Se teme que la reorganización de las bandas criminales de la misérrima Cité Soleil pueda hacer peligrar las labores de ayuda.
Estos hechos coinciden con la decisión de la ONU de retirar las escoltas a todos los equipos humanitarios desplegados en la capital haitiana. A partir de ahora, debería asumir el mando el Ejército estadounidense, pero éste no está protegiendo a los camiones salvo a los de su propio país.