España sitúa la lucha contra AQMI como prioridad de la presidencia
El asunto centrará la reunión que mantendrá el jueves el ministro del Interior con su homóloga estadounidense
MADRID. Actualizado: GuardarEl Ministerio del Interior va a situar la lucha contra Al-Qaida en el norte de África como prioridad en materia de seguridad de la Presidencia Española de la Unión Europea (UE). Esta semana, en la reunión informal de ministros de Interior y Justicia que se celebrará en Toledo, el Gobierno va a pedir a los 27 socios y a la Casa Blanca un plan conjunto para aumentar la colaboración antiterrorista a fin de frenar la cada vez más creciente influencia de la red de Osama bin Laden en países como Marruecos, Argelia, Mauritania, Mali y Níger.
Según informaron ayer fuentes de la lucha antiterrorista, Al-Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), la franquicia de Bin Laden que mantiene secuestrados a tres cooperantes catalanes, centrará parte de la reunión que el titular español de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantendrá con la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Janet Napolitano, invitada de excepción al encuentro en la capital manchega.
El ministro del Interior hará hincapié en la importancia que los 27 dan a la expansión de los 'yihadistas' a las puertas de Europa. La Presidencia española propondrá una «respuesta global» euro-americana a la «amenaza global» de esta nueva facción de Al- Qaida.
Esa respuesta cabe, según fuentes del Gobierno, dentro de la denominada 'Estrategia de Seguridad Interior de la Unión Europea', un ambicioso plan de seguridad en el que España trabaja desde hace un año. Según los responsables del Ejecutivo, se trata de una suerte de «constitución europea en materia de seguridad» que fijará los límites entre la protección y la libertad y decidirá qué agentes deben actuar según la amenaza.
El Ministerio del Interior no tiene previsto incluir de manera específica en el orden del día de Toledo el tema de los polémicos escáneres corporales en los aeropuertos, pero está convencido de que el asunto surgirá durante los debates.
El Ejecutivo no tiene aún claro qué postura promover en la UE, pero espera que el encuentro sirva de «toma de temperatura» del sentir imperante entre los 27.