Los jugadores del Jerez Industrial iniciaron ayer la huelga indefinida

«No se va a jugar ni a entrenar hasta que no se marche Ricardo García o se solucionen todos los problemas económicos del Jerez Industrial». La plantilla del cuadro industrialista está cansada de los últimos acontecimientos vividos en el seno de la entidad y ayer uno de los pocos efectivos que quedan en la plantilla, Joaquín Bornes, confirmaba con esas palabras la nueva protesta emprendida para pedir, por enésima vez, la marcha del empresario sevillano.

De esta forma, después del meritorio empate que cosechó el cuadro del catavino en la mañana del domingo ante el Lucena, la plantilla no volverá a ejercitarse ni tampoco disputará los próximos partidos. El primero de ellos el domingo ante el Ceuta.

La plantilla decidía ayer no dar marcha atrás, como ya ocurrió en la primera convocatoria de huelga decidida antes de navidades, y prueba de ello es que los futbolistas que no son de Jerez se han marchado a sus lugares de origen. Ese es el caso de D'Jyli, que ha puesto rumbo a Francia para visitar a su familia mientras que espera impaciente una solución. Choco era otro de los jugadores que se desplazaba hasta Granada ayer y que no volverá hasta que el panorama en el Industrial esté totalmente solucionado.

Y es que la cosa no pinta bien, los once jugadores no están dispuestos a ceder y con dos incomparecencias del conjunto de la copa y la venencia en Liga el equipo desaparecía. Pero antes está la moción de censura contra Ricardo García el próximo 28 de enero, dos días antes de la celebración del segundo partido ante el Águilas.

Con todo, los socios volvieron a dar muestras del descontento con la gestión del sevillano y esperan que solucione el problema. También lo espera el jugador Dani Carrasco, que el domingo volvió a verse con el grupo inglés y que sigue sin entender a García: «Está en su mundo y se aferra a cosas que son mentiras. Si no se va es porque quiere ocultar otras cosas».